Con la medida cautelar de prisión preventiva quedó el psicólogo Jorge Ugalde, tras ser formalizado en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago por el delito del triple homicidio calificado con premeditación y alevosía de su cuñado, Eduardo Cruz-Coke y sus dos hijos mellizos de 17 años, delitos cometidos en la comuna de La Reina.
Tras la audiencia de formalización, el tribunal determinó un plazo de 180 días para la investigación del hecho, mientras que desde la Fiscalía Oriente indicaron que el imputado por el triple crimen arriesga una pena que parte en los 15 años de cárcel, llegando incluso a la cadena perpetua.
Imputado fue detenido este lunes
El psicólogo Jorge Ugalde fue detenido este lunes por la PDI, luego que se estableciera que el crimen no fue un parricidio -como se pensó en un primer momento- y que había participación de terceros en la muerte del fotógrafo Eduardo Cruz-Coke y sus dos hijos.
En el marco de la investigación, la hermana de la víctima, Trinidad Cruz-Coke seguirá como imputada, aunque hasta ahora no ha sido detenida ni formalizada por el hecho.
Crimen con premeditación y alevosía
Según los antecedentes que se conocieron durante este martes, el crimen del fotógrafo habría sido fríamente calculado por Jorge Ugalde.
Así, de acuerdo a la investigación a la que tuvo acceso The Clinic, el imputado habría sedado a los adolescentes mezclando algún tipo de fármaco en su comida. Con los jóvenes dormidos, atacó primero al fotógrafo, su cuñado.
Armado con un cuchillo o un destornillador, le habría provocado varias heridas en el cuello. El informe del Servicio Médico Legal reveló moretones en los antebrazos de la víctima, lo que sugiere un intento desesperado de defensa.
Tras asesinarlo, Ugalde se dirigió a la habitación de los mellizos. De acuerdo con el análisis criminal, los habría asfixiado con un cojín mientras dormían, aún bajo los efectos del sedante. Nunca despertaron.
Posteriormente, el imputado intentó montar una escena falsa. Dejó una pistola a fogueo y una máscara de Halloween junto a los cuerpos, para simular un robo con homicidio. Esa misma máscara, hallada más tarde entre sus pertenencias, contenía rastros de sangre de Eduardo Cruz-Coke, evidencia que resultó clave para vincularlo directamente con el triple crimen.