El caso del triple asesinato que conmociona a La Reina sigue sumando nuevos antecedentes a medida que avanza la investigación. Las víctimas —Eduardo Cruz-Coke y sus dos hijos de 17 años— fueron halladas sin vida el pasado 18 de octubre, en un crimen que la Fiscalía calificó como “planificado y con motivación económica”. El principal acusado es el psicólogo Jorge Ugalde, cuñado y tío de las víctimas, quien permanece en prisión preventiva mientras se desarrollan los 180 días decretados para la investigación.
Durante la formalización, el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago sostuvo que Ugalde “planificó darles muerte, para lo cual adquirió sustancias de sumisión, un arma blanca, una máscara y un arma de juguete con apariencia real”. Según el Ministerio Público, el móvil del crimen sería una millonaria herencia familiar, de la cual Cruz-Coke y sus hijos eran beneficiarios directos.
En paralelo, también se encuentra involucrada en la causa Trinidad Cruz-Coke, hermana del fallecido y pareja del imputado. Aunque no ha sido detenida, fue citada a declarar por su posible participación o conocimiento de los hechos.
En este contexto, surge una figura clave para la investigación: Helga Môller Zunino, psicóloga y amiga cercana de Trinidad Cruz-Coke, quien se encontraba con ella fuera de Santiago el día del crimen, de paseo en la playa. Môller ha sido calificada por los investigadores como testigo relevante, ya que en su domicilio fue hallado el automóvil de Jorge Ugalde, un elemento que podría ser determinante para esclarecer los movimientos previos y posteriores al homicidio, según consignó 24 Horas.
La Policía de Investigaciones ya tomó declaración a Môller, buscando establecer si tuvo conocimiento del plan o si el vehículo fue dejado allí con su consentimiento. Por ahora, su testimonio es reservado, pero su vínculo con los implicados y la aparición del automóvil en su propiedad la posicionan como una pieza fundamental en uno de los casos policiales más impactantes del año.
La Fiscalía continúa reuniendo antecedentes para determinar la responsabilidad de cada uno de los involucrados, mientras la defensa de Ugalde sostiene su inocencia y niega toda planificación del crimen.