Nuevos antecedentes han ido saliendo a la luz tras el impactante caso del homicidio del fotógrafo Eduardo Cruz-Coke y sus dos hijos adolescentes en la comuna de La Reina, donde la exesposa del fallecido y madre de los jóvenes de 17 años, Carolina Grillet, dio una contundente declaración ante la policía, la que podría complicar a su cuñada, Trinidad Cruz-Coke.
El testimonio, ha sido consignado durante la mañana de este viernes 7 de noviembre en los matinales “Contigo en la mañana” de Chilevisión y “Mucho Gusto” de Mega, donde se leyeron algunos párrafos que comprometen a la mujer que actualmente tiene calidad de imputada en la investigación, aunque no ha sido formalizada ni detenida.
De hecho, en este caso hasta ahora el único formalizado es el esposo de Trinidad Cruz-Coke, Jorge Ugalde, quien se encuentra en prisión preventiva.
“La Trinidad me trató de matar..”
En la declaración de Carolina Grillet, se da cuenta de un hecho que se ha comentado en los medios de comunicación ocurrido en 2024, cuando Eduardo Cruz-Coke terminó intoxicado tras consumir un postre que le envió su hermana.
“Eduardo me llamó por teléfono diciéndome: ‘Carola, la Trinidad me trató de matar, me envenenó, por favor ven a ayudarme’. Su voz era somnolienta y su estado de conciencia un poco alterado. Fue como un llamado de auxilio. En esa ocasión estaba con los niños en su casa de La Cañada. Le pregunté por ellos y me dijo que ellos estaban bien", señaló la mujer ante la policía.
En ese sentido, agregó que “Eduardo me contó que en la tarde había llegado Jorge Iván Ugalde con un postre y un helado con frutillas y chubis, diciéndole que Trinidad le había mandado eso para que comieran. Eduardo se comió toda su porción. No obstante, mis hijos señalaron que no quisieron comerla porque tenía un sabor raro y malo, como a remedio, lo cual Eduardo también me señaló“.
En tanto, sobre el día de la muerte de su exesposo y sus hijos, la mujer indicó que se enteró tarde luego de intentar comunicarse con ellos sin éxito, ya que ella se encontraba en Argentina.
“Mientras estuve de viaje tuvimos comunicación fluida, hablamos muy normal y no noté nada extraño, estaba feliz con los niños. Hablamos hasta el viernes 17 en la noche y coordinamos que él junto a uno de mis hijos me iban a ir a buscar al aeropuerto (...) A eso de las 21 horas comencé a llamar a Eduardo y a mis hijos, pero ninguno me contestó, razón por la cual llamé a mi hermano, ahí me comunicó que mis hijos y Eduardo estaban fallecidos. Le pregunté qué había pasado y me dijo que al parecer habían entrado a robar, pero que no sabía mucho lo que había ocurrido“, indicó.
Tras esto, y luego que le mencionaran que una de las hipótesis era un posible parricidio con posterior suicidio, ella sin dudar descartó esa idea.
“Inmediatamente le señalé que no había posibilidad que fuera así. Eduardo amaba a sus hijos más que nadie, era el mejor padre del mundo y tampoco creía posible que Eduardo se quitara la vida“, apuntó la mujer.