En mayo de 2020, cuando el país vivía el momento más crítico de la pandemia, Cristián Rebolledo tomó una decisión que transformaría por completo su vida. Tras dos décadas en Carabineros de Chile, institución en la que incluso integró el GOPE, optó por dejar atrás la rutina policial para adentrarse en un mundo completamente distinto: la organización de eventos, con especial foco en matrimonios.
“Siempre me motivó la idea de crear experiencias que hicieran felices a las personas. Organizar un matrimonio es como dirigir una orquesta: cada detalle debe armonizar con el siguiente para que todo funcione”, comentó el ahora empresario para Bío Bío Chile.
Una vida entre bodas frente al mar
Desde su base en El Tabo, en la región de Valparaíso, Rebolledo no sólo administra un restaurante, sino también un centro de eventos con vista privilegiada al océano. Ha producido más de 200 matrimonios.
Pero llegar hasta ahí no fue sencillo. La pandemia golpeó fuerte su emprendimiento, ya que estuvieron mucho tiempo parados y todo se fue en mantener el sitio y en sueldos. Aunque llegó a sentirse frustrado, de a poco fue saliendo adelante.
Del operativo a la banquetería
Aunque parezcan mundos opuestos, Rebolledo asegura que entre Carabineros y los matrimonios hay más similitudes de las que se imagina, pues hay presión, estrés, responsabilidad y trabajo en equipo. Por eso, asegura que su cambio no fue un salto al vacío, sino una continuidad lógica.
Actualmente, con un equipo de 50 trabajadores, entre chefs, ayudantes, coperos, garzones y seguridad, se define como un “productor de emociones”. Y resume su filosofía con entusiasmo: “Soy feliz organizando matrimonios”.

