La comunidad de La Serena y la provincia argentina de San Juan permanecen conmovidas tras la desaparición de Alejandro Cabrera Iturriaga, un joven de 17 años que fue arrastrado por el mar el fin de semana mientras disfrutaba de la playa junto a amigos. El grupo, compuesto por cinco adolescentes argentinos, entró al mar en un sector no habilitado para bañarse, donde la fuerte corriente sorprendió a los jóvenes y los puso en grave peligro.
Cuatro de ellos lograron ser rescatados con vida, pero Alejandro continúa desaparecido. El adolescente, que nació en San Juan pero reside en Chile desde hace algunos años, fue identificado por medios locales como el único integrante del grupo cuyo rastro no pudo seguirse tras el incidente.
Un operativo sin precedentes
Desde el momento del suceso, la búsqueda ha crecido en intensidad y alcance. Más de 150 rescatistas participaron en el amplio despliegue que incluye drones, embarcaciones y equipos especializados, en una labor coordinada por la Armada de Chile, junto con Bomberos, personal municipal y pescadores artesanales de La Serena y Coquimbo.
El capitán del puerto, Daniel Sarp Sosa, detalló en entrevista con Radio Sarmiento la magnitud del barrido que se está realizando: “Estamos desde Playa Blanca, que es aproximadamente dos kilómetros más al norte, hasta la caleta de Peñuelas, que queda específicamente a tres kilómetros. Y hacia el oeste con nuestros medios navales aproximadamente una milla”, explicó.
El héroe inesperado: un obrero que salvó cuatro vidas
En medio de la tragedia, la figura de Francisco Boldo, un trabajador de la construcción chileno, se volvió central. Fue él quien, al escuchar los gritos desesperados, se lanzó al mar sin dudar y logró rescatar a cuatro de los jóvenes.
“Nado desde chico y participé en campeonatos; cuando vi a esa madre desesperada no dudé en sacarme la ropa y meterme para ayudar”, relató a Radio Nihuil, según Diario UNO. “Lo pesqué al primero de los chicos a unos 10 metros de la costa, volví por un menor de edad que ya estaba ahogado y le di primeros auxilios y lo reanimé”, añadió.
A pesar de su valentía, el dolor persiste: “El otro se me escurrió de las manos, se me salió de control...”, lamentó.
La búsqueda continúa, mientras familiares, vecinos y autoridades mantienen la esperanza de hallar al joven sanjuanino y poner fin a una angustia que ya conmociona a ambos lados de la cordillera.