La investigación por la desaparición de María Ercira Contreras dio un vuelco inesperado luego de que salieran a la luz nuevos registros de video captados el día en que la adulta mayor desapareció en el restaurante del Fundo Las Tórtolas, en Limache.
Las imágenes, que no habían sido reveladas a la familia, muestran a un garzón que nunca entregó declaración y que tampoco figura en la carpeta investigativa, pese a haber estado a metros del grupo familiar durante la celebración del Día de la Madre.
El hallazgo levantó una ola de cuestionamientos hacia el manejo inicial del caso, especialmente porque el personal presente en el restaurante fue considerado clave para reconstruir los movimientos de la mujer durante los minutos previos a la desaparición. El nuevo registro contradice la versión oficial, que sostenía que los trabajadores varones “siempre estuvieron en la cocina” y que no era necesario interrogarlos.
En el video, sin embargo, se observa al mesero desplazándose libremente por el comedor, saliendo al exterior y hablando por teléfono.
Inconsistencias investigativas en el caso María Ercira
La perito audiovisual Nadia Mancilla, exintegrante del Laboratorio de Criminalística de la PDI, analizó los registros y advirtió discrepancias con lo que aparece en la carpeta oficial del Ministerio Público.
Según señaló, el listado del personal consignado por la policía incluye solo a meseras mujeres, mientras que los cuatro trabajadores varones quedaron empadronados sin declaración bajo el argumento de que permanecieron en cocina en todo momento. Las imágenes desmienten esa versión: el garzón aparece circulando por áreas abiertas del restaurante durante el horario en que la familia compartía en el local.

La aparición de este registro abre dudas sobre la rigurosidad de las primeras diligencias. La familia de María Ercira nunca tuvo acceso a estas grabaciones y asegura que la omisión de este trabajador, que pudo haber aportado información relevante para establecer una línea de tiempo más precisa, genera nuevas sospechas sobre el rumbo que tomó la investigación en sus primeras horas.
Desconfianza crece entre los familiares
Carla Hernández, nieta de la adulta mayor, afirmó que la falta de transparencia agrava la sensación de que el caso fue mal llevado desde el inicio. Señaló que no solo debió haberse tomado declaración a los meseros, sino también a todo el personal de cocina que estuvo en el lugar ese día. Su postura se endureció al ver el video del mesero omitido, lo que a su juicio confirma que hubo decisiones que desviaron el curso de la búsqueda.
La familia sostiene que este testigo pudo haber entregado información crucial sobre quiénes se movieron cerca del baño, cuánto demoró la víctima en salir al exterior y qué personas circularon por los puntos donde se le perdió el rastro. La idea de que un testimonio relevante quedó fuera por decisión policial eleva las dudas sobre si se evaluaron todas las líneas con el mismo nivel de prioridad.
Nuevas presiones sobre Fiscalía y PDI
El video se suma a una serie de cuestionamientos que ya rodeaban el caso, desde la demora en revisar zonas críticas hasta inconsistencias sobre los movimientos del personal del local.
Con este nuevo antecedente, la familia exige reabrir las diligencias, volver a empadronar al personal y obtener declaraciones de todos quienes estuvieron en el recinto el 12 de mayo de 2024.

