El misterio del cometa interestelar 3I/ATLAS dio un giro inesperado y oficialmente histórico. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó que el objeto es parte de un operativo internacional de defensa planetaria, un ejercicio real —no teórico— coordinado por los principales organismos encargados de proteger a la Tierra ante posibles amenazas espaciales.
El anuncio derriba semanas de rumores y confusión. No se trata de una observación casual ni de una simple campaña científica: 3I/ATLAS es el eje del octavo ejercicio global del International Asteroid Warning Network (IAWN), la red creada para detectar, rastrear y evaluar objetos potencialmente peligrosos.
La confirmación ubica al cometa en el centro de un entrenamiento coordinado por la ONU y llevado a cabo junto con la IAWN, el Space Mission Planning Advisory Group (SMPAG) y la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de Naciones Unidas (UNOOSA). En otras palabras, toda la estructura mundial de defensa planetaria está participando.
El operativo: cómo funciona la defensa planetaria a nivel global
El documento oficial indica que la campaña asociada a 3I/ATLAS será un ejercicio completo que incluye:
- detección,
- caracterización,
- precisión astrométrica,
- coordinación internacional,
- y simulación de respuesta en caso de amenaza.
Aunque 3I/ATLAS no representa peligro para la Tierra, su trayectoria interestelar, su brillo irregular y la complejidad de sus colas lo convierten en un caso ideal para probar herramientas que, en un futuro, podrían ser decisivas ante un objeto realmente peligroso.
El operativo se extenderá desde el 27 de noviembre de 2025 hasta el 27 de enero de 2026, con un calendario detallado que incluye talleres, puntos de control y una teleconferencia final para evaluar resultados.
Por qué la ONU eligió a 3I/ATLAS para el operativo
El cometa presenta varios desafíos que lo convierten en un candidato perfecto:
- es interestelar, por lo que no sigue patrones predecibles;
- su apariencia extendida complica la precisión orbital;
- su cola y anti-cola pueden desplazar el centro de brillo;
- su actividad variable pone a prueba los algoritmos de predicción.
Según la circular MPEC 2025-U142 de la Unión Astronómica Internacional, los cometas suponen un reto técnico mayor que los asteroides porque su masa y su brillo no son uniformes.
Eso hace que, para efectos del ejercicio, 3I/ATLAS sea una especie de “examen final” para la comunidad internacional.
Un operativo que revela algo más grande: la defensa planetaria ya es geopolítica
La confirmación de la ONU reacomoda las piezas en el panorama espacial global. La coordinación entre agencias demuestra que la defensa planetaria ya no es solo ciencia, sino un espacio estratégico donde participan potencias, organismos multilaterales y actores emergentes.
Mientras Europa activó antes su propio simulacro con la ESA, y NASA mantiene un tono más prudente, la ONU coloca el sello final que convierte este ejercicio en un evento formal a escala planetaria.
China, India, Japón, Estados Unidos, la ESA y otras agencias están observando o participando, cada una desde su esfera de influencia.
3I/ATLAS, un visitante que proviene de fuera del Sistema Solar, terminó revelando cómo el mundo se prepara para un futuro donde la respuesta ante amenazas espaciales deberá ser rápida, precisa y coordinada.
Lo que sigue: dos meses de mediciones críticas
El ejercicio incluye un periodo intenso de observaciones desde el 27 de noviembre hasta fines de enero. Durante ese tiempo, la comunidad internacional evaluará:
- la capacidad de detectar desviaciones pequeñas,
- la mejora en predicción orbital,
- la velocidad con la que se comparten datos oficiales,
- y la alineación entre agencias científicas y organismos diplomáticos.
Luego, el 3 de febrero de 2026, se realizará la teleconferencia final donde se darán a conocer los resultados del operativo y las recomendaciones globales.

