Este martes, José Antonio Kast confirmó que no asistirá al programa de streaming “Bad Boys”, conducido por Franco Parisi. La respuesta, que pone fin a días de especulación, deja sin efecto un eventual cara a cara con la candidata oficialista Jeannette Jara, quien ya había confirmado su participación.
En declaraciones recogidas por La Cuarta, Kast afirmó: “Estoy cumpliendo con la primera solicitud que nos hizo Franco Parisi: salir a la calle y ganarme los votos en terreno”. Con esto, el republicano enfatiza que su prioridad será reforzar su presencia en regiones donde Parisi obtuvo fuerte respaldo en primera vuelta.
Un programa clave… que no será
La invitación original de Parisi llegó el 18 de noviembre, ofreciendo un formato informal pero masivo, capaz de mover audiencias digitales y con la promesa de realizar una consulta interna del PDG después del programa para decidir un eventual apoyo. La tensión aumentó cuando Jara aceptó el 19 de noviembre, dejando a Kast como la pieza faltante para un episodio que prometía alta repercusión política.
El antecedente de 2021 pesaba en el ambiente: entonces Kast sí asistió al programa, Boric no, pero el gesto no se tradujo en apoyo electoral significativo. El 67% de los votantes de Parisi terminó eligiendo a Boric en la segunda vuelta.
Estrategia y riesgos: las razones del “no”
Según su equipo y analistas, la decisión de José Antonio Kast responde más a cálculo político que a simple desinterés mediático. Su comando ha insistido en priorizar el trabajo presencial en el norte y el sur del país, sosteniendo que un programa digital no garantiza adhesiones concretas.
Desde sectores afines, la participación era considerada un riesgo innecesario. Temían un escenario adverso con preguntas incómodas o un ambiente de “encerrona”. Como resumió el excandidato libertario Johannes Kaiser, “es el retador quien busca debates; Kast ya lidera sondeos”.
Así, mientras “Bad Boys” podría seguir adelante sólo con Jeannette Jara, Kast apuesta por una hoja de ruta directa: recorrer regiones, reforzar su ventaja y evitar flancos en un escenario electoral que se vuelve cada día más decisivo.

