Una grave denuncia remece a la comuna de Til Til, luego de que un grupo de madres acusara públicamente a un jardín infantil de haber administrado presuntos sedantes a bebés de entre uno y dos años, mezclados en la leche que recibían durante la jornada. El caso salió a la luz la mañana de este jueves en el matinal Mucho Gusto de Mega, donde tres de las apoderadas y el abogado que las representa relataron en detalle lo ocurrido y las secuelas que dejó en al menos cinco menores.
Según explicaron, las primeras señales de alerta comenzaron a inicios de octubre, cuando un niño presentó un cuadro de extrema somnolencia. Desde el establecimiento llamaron a su madre para retirarlo de urgencia. La mujer relató el dramático momento: “Al llegar me encontré con mi hijo totalmente dormido, no reaccionaba a ningún estímulo. Como mamá atiné a llevármelo al hospital a pie, era totalmente extraño y me fui corriendo”. El menor permaneció horas sin despertar, lo que generó preocupación inmediata en el equipo médico.
Pocos días después, el 7 de octubre, un segundo niño manifestó exactamente los mismos síntomas. Otra de las madres afectadas señaló que la situación comenzó a repetirse sin que el jardín ofreciera mayores explicaciones. “Encontré que era mucha coincidencia. Tenían el mismo síntoma: mucho sueño, no quieren despertar, no quieren comer”, afirmó. Con indignación, agregó: “Del jardín no me dijeron nada. Nunca hubo preocupación. Recién se preocuparon el 15 de octubre, cuando le pasó a más niños”.
Y fue precisamente el 15 de octubre cuando la situación escaló a un punto crítico. Ese día, al menos cinco niños presentaron un cuadro de somnolencia profunda, falta de apetito y ausencia de respuesta a estímulos. Las madres describieron que los menores permanecían “como anestesiados”, incapaces de mantenerse despiertos incluso tras largos periodos de descanso.
Ante este escenario, diez niños fueron sometidos a exámenes toxicológicos. Según informó el abogado que asumió la representación legal, cinco de ellos arrojaron positivo al mismo fármaco, el cual correspondería a un antidepresivo o sedante. Una de las niñas afectadas incluso sufrió complicaciones severas, entre ellas una falla renal que requirió atención médica especializada.
Con estos antecedentes, las familias confirmaron que presentarán acciones judiciales. El abogado explicó en Mucho Gusto que inicialmente se configuraría un delito de maltrato corporal: “Inmediatamente, hay un delito que es el maltrato corporal, que corresponde al que no tiene lesiones visibles, pero sí implica daños... Esto implica penas sumamente bajas, pero de confirmarse más antecedentes, sin duda vamos a ampliar la querella”, advirtió.
En paralelo, el establecimiento —que depende de Fundación Integra— abrió un sumario interno para determinar responsabilidades. Hasta ahora, cinco educadoras fueron suspendidas mientras avanzan las investigaciones, y el jardín continúa operando con nuevo personal. Aun así, varias de las familias decidieron retirar a sus hijos como medida de resguardo.