La alerta más dura y directa del gobierno de Estados Unidos sobre Venezuela fue renovada en diciembre de 2025 y llega con una frase que parece sacada de una película de guerra: “prepare su testamento antes de viajar”. No es metáfora. Es una instrucción real del Departamento de Estado para cualquier estadounidense que piense entrar o permanecer en territorio venezolano.
La advertencia, clasificada en Nivel 4 —Do Not Travel (No viajar), fue reemitida después de una revisión completa sin realizar ni una sola modificación, lo que confirma que la situación de seguridad, derechos humanos y acceso a servicios médicos sigue siendo crítica. Washington no suavizó nada: ratificó punto por punto una lista extensa de riesgos que incluye tortura en centros de detención, secuestro, terrorismo, detenciones arbitrarias, homicidios, apagones, falta de medicinas y colapso sanitario.
“No viaje bajo ninguna circunstancia”
El mensaje no deja espacio a interpretaciones. La recomendación oficial es no viajar “por ninguna razón” y salir inmediatamente del país si se tiene ciudadanía estadounidense o residencia legal permanente, sin importar si también se posee un pasaporte venezolano o de otro país.
Estados Unidos recuerda que desde 2019 retiró a todo el personal diplomático y consular de Caracas. Eso significa que no existe asistencia consular de emergencia, no se emiten documentos de viaje y no hay forma de contactar a un estadounidense detenido. “No podemos ayudarlo”, dice el documento con una claridad incómoda.
Riesgo de desaparición, según exdetenidos
La alerta va más allá de la delincuencia común. El Departamento de Estado señala un “riesgo muy alto de detención arbitraria”, con casos documentados de estadounidenses retenidos hasta cinco años sin juicio, contacto con su familia o acceso a abogados.
Exrehenes y organizaciones de derechos humanos informaron a Washington sobre torturas concretas, incluyendo golpizas severas, posiciones de estrés prolongadas y waterboarding. Lo más grave: la embajada no es notificada cuando alguien es detenido. Si un viajero desaparece, desaparece de verdad.
Protocolos dignos de secuestro
Uno de los puntos más impactantes de la guía es la recomendación de establecer un “protocolo de prueba de vida” con familiares antes del viaje. Eso significa que la familia debe tener preguntas secretas y respuestas verificables que permitan confirmar que la persona sigue con vida si es secuestrada o torturada.
La advertencia también sugiere:
- Contratar seguridad privada profesional
- Llevar seguros de evacuación médica
- Preparar testamento y beneficiarios
- Viajar siempre con medicinas propias, incluso básicas
Estados Unidos admite abiertamente que no puede evacuar a nadie y que, en caso de emergencia médica, no hay hospitales con suministros adecuados.
Terrorismo fronterizo y un país colapsado
La alerta no se limita a Caracas. Advierte de presencia activa de grupos armados colombianos en zonas fronterizas con Colombia, Brasil y Guyana, y menciona que viajar de noche entre ciudades o desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar a la capital es especialmente peligroso.
Además, detalla escasez constante de gasolina, electricidad, agua potable, medicinas y suministros médicos, lo cual agrava cualquier emergencia.
Prohibición aérea y visas canceladas sin aviso
Desde 2019, el Departamento de Transporte de EE.UU. prohibió todos los vuelos que conecten con Venezuela por riesgo para la seguridad de la aviación, por lo que el ingreso y salida del país se ha vuelto aún más complejo.
La advertencia también señala que ingresar sin visa puede llevar a detención indefinida, y que incluso con visa válida, las autoridades venezolanas pueden cancelarla sin previo aviso y detener a cualquier viajero.
Un mensaje que no se había visto en años
Este documento se siente distinto, incluso comparado con alertas para Medio Oriente o regiones en conflicto.
La frase que resume el espíritu de la advertencia es contundente:
“No existe manera segura de viajar a Venezuela.”

