El debate sobre la posibilidad de que personas privadas de libertad cumplan el final de sus condenas en sus hogares cuando enfrentan enfermedades terminales volvió a tensionar el clima político. Esta vez, por declaraciones del diputado del Partido Republicano y miembro del comando presidencial de José Antonio Kast, José Carlos Meza, quien defendió la conmutación de penas incluso para condenados por delitos considerados especialmente graves, como la violación de menores.
Durante su participación en un programa de CNN Chile, Meza fue consultado por el proyecto de ley que actualmente se discute en el Congreso y que establece condiciones específicas para acceder a este beneficio, como una edad mínima y el diagnóstico de una enfermedad terminal certificada. Según explicó, la iniciativa busca permitir que personas sin posibilidades de recuperación “puedan morir en su hogar, acompañadas de sus familias”, lo que, aseguró, no constituye “un perdonazo a crímenes horribles”, sino un acto de “humanidad”.
El parlamentario expresó que la medida debería aplicarse también a quienes fueron condenados por violaciones a los derechos humanos y, ante la consulta directa de la periodista Mónica Rincón sobre si incluiría a agresores sexuales de menores, Meza fue categórico: “Yo creo que justamente ese es el momento donde nos ponemos por sobre y no hay que hacer distinciones”.
Argumentó que una persona de avanzada edad, a meses de fallecer por un cáncer terminal, carece de condiciones dignas dentro de un recinto penitenciario. Para reforzar su postura, citó ejemplos internacionales, como el caso de Alemania, donde, según señaló, existen criterios humanitarios para estos escenarios.
Meza insistió en que la iniciativa se limita estrictamente a “mayores de cierta edad y con enfermedades terminales”, y recalcó que su propósito es dar un cierre “más humano” a personas que se encuentran en la etapa final de la vida.

