La Corte Suprema ratificó una sentencia que ordena al dueño de una panadería de Macul y a su hijo a pagar $20 millones a la familia de un joven que murió tras ser agredido en medio de una persecución posterior a un asalto ocurrido en enero de 2015.
De acuerdo a Radio Biobío, el máximo tribunal rechazó un recurso de casación presentado por los condenados, dejando a firme la compensación por daño moral para los padres del fallecido.
El hecho se remonta al 28 de enero de 2015, cuando un hombre de 22 años ingresó al local ubicado en avenida Quilín y sustrajo $71.700 antes de huir. El dueño del establecimiento y su hijo iniciaron una persecución que se extendió por varias cuadras. Durante la fuga, el joven recibió un disparo en una de sus piernas y posteriormente fue golpeado con una piedra.
La persecución terminó en la población Santa Julia, donde ambos alcanzaron al asaltante. Según estableció la investigación judicial, el dueño de la panadería le arrebató el arma y volvió a dispararle, mientras que su hijo continuó la agresión con golpes y finalmente le propinó una estocada con un florete, ocasionándole una herida penetrante en el tórax que resultó fatal.
En el ámbito penal, el hijo fue condenado por homicidio simple y el padre por lesiones graves. Paralelamente, la familia del joven presentó una demanda civil que buscaba reparación por el sufrimiento causado por la muerte. La Corte Suprema concluyó que ambos actuaron con “dolo y desproporción” en comparación con el delito cometido, configurándose así la responsabilidad civil por el daño causado.
El fallo establece que los hombres deberán pagar $10 millones a cada uno de los padres del fallecido.