Este miércoles, José Antonio Kast respondió con dureza a los comentarios del ministro de Seguridad, Luis Cordero, quien acusó una “explotación del miedo como estrategia electoral” tras el debate de Anatel.
Lejos de bajar el tono, el candidato presidencial afirmó que “el miedo no es inventado” y lanzó un desafío directo al ministro: “que vaya a cualquier plaza de armas en Chile, solo, a las 12 de la noche y va a sentir lo que siente un chileno común y corriente”.
Con ello, Kast reforzó su discurso sobre la inseguridad como una realidad palpable para la ciudadanía, en contraposición a lo que calificó como un intento del Gobierno por relativizar la situación.
La caminata presidencial bajo cuestionamiento
El candidato continuó su intervención apuntando directamente al Presidente Gabriel Boric. Recordó que el mandatario había realizado una caminata por Plaza Brasil, en Santiago, la noche previa al debate, un gesto que buscaba evidenciar confianza en el espacio público. Sin embargo, Kast puso en duda la representatividad del acto.
“Sí, el presidente fue a la Plaza Brasil y caminó tranquilamente ¿a las 2 de la mañana? ¿iba solo?”, cuestionó con ironía. Para el abanderado, ese recorrido no refleja la experiencia cotidiana de los chilenos, quienes, según dijo, viven con temor constante.
La hija del mandatario entra al debate
El punto más polémico llegó cuando Kast decidió ir un paso más allá al mencionar a la hija del Presidente, de apenas cinco meses.“¿El presidente sacaría a su guagua a pasear en el coche, solo, a las 2 de la mañana a la Plaza Brasil?”, lanzó, para luego rematar: “A lo mejor él va, porque dice ‘soy valiente’, pero ¿arriesgaría a su hija? Eso es lo que viven los chilenos hoy día”.
Una disputa que promete escalar
Las declaraciones del candidato presidencial marcan un nuevo episodio en la tensión entre el Ejecutivo y la oposición, justo cuando la seguridad figura como una de las principales preocupaciones ciudadanas.
El cruce de dardos evidencia que el tema seguirá ocupando el centro del debate político, especialmente en un escenario electoral donde cada gesto y cada palabra se amplifica.