Pablo Rodríguez Grez, uno de los nombres más influyentes —y controvertidos— del mundo jurídico chileno, murió a los 87 años, según confirmaron fuentes cercanas al académico. Su fallecimiento ocurrió tras complicaciones derivadas de una intervención quirúrgica.
Rodríguez Grez fue una figura clave, no solo por su trayectoria académica, sino por su participación en episodios que marcaron al país durante el siglo XX y comienzos del XXI.
Su rol como abogado defensor de Augusto Pinochet lo posicionó en el centro del debate político, judicial y mediático durante más de dos décadas.
Referente del derecho y fundador de Patria y Libertad
Abogado de la Universidad de Chile y profesor de Derecho Civil, se convirtió en una figura reconocida en el ámbito académico. Más tarde, fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad del Desarrollo, institución que incluso le otorgó el título de Profesor Emérito en 2024.
Sin embargo, su trayectoria no estuvo libre de controversias. En los años 70 fundó Patria y Libertad, un movimiento nacionalista de oposición al gobierno de Salvador Allende, recordado por acciones de sabotaje y episodios de violencia política que han sido ampliamente documentados por la historiografía chilena.
El abogado que acompañó a Pinochet hasta el final
Rodríguez Grez asumió la defensa de Augusto Pinochet durante el periodo más complejo para el exdictador: el inicio de múltiples causas por violaciones a los derechos humanos, delitos financieros y el conocido Caso Riggs.
Su estrategia jurídica se centró en la prescripción de delitos, la incompetencia de tribunales chilenos frente a ciertos casos y los argumentos médicos que buscaban frenar los procesos en contra del general.
También representó a la familia Pinochet en distintos litigios posteriores a la muerte del exmandatario en 2006.
Para sus detractores, Rodríguez Grez fue un defensor clave del aparato represivo de la dictadura. Para sus cercanos, un jurista de alto nivel técnico y un académico brillante.