El periodista chileno Rodrigo Pérez, enviado del matinal Tu Día, recordó en vivo el episodio más peligroso de su carrera: la noche en que fue detenido, acusado de espionaje y encañonado por colectivos y militares a pocos metros del Palacio Miraflores, en Caracas.
Su relato coincide con la oleada de tensiones que enfrenta la zona fronteriza entre Venezuela y Colombia durante diciembre de 2025, marcada por controles irregulares, presencia de grupos armados y hostigamientos a la prensa extranjera.
Según explicó en pantalla, todo ocurrió en 2019 mientras cubría la crisis venezolana para Televisión Nacional. El episodio comenzó con un gesto cotidiano que se transformó en una detención violenta.
“Ese tiempo yo fumaba. Me bajo, enciendo un cigarro y en el centro de Caracas en la noche no anda nadie. Nadie. Porque es muy peligroso”, relató. En ese momento se acercó a un grupo de personas, pidió fuego y alcanzó a “conversar tres palabras”. Fue suficiente para que lo identificaran por el acento chileno.
“Ahí viene alguien con una chaqueta, me dice ‘chileno golpista’ y me muestra un arma. Él era miembro de los colectivos”, explicó.
Colectivos activan a militares: lo acusan de ser “espía con bombas”
Tras esa acusación inicial, la situación escaló de inmediato. “Rápidamente llaman a los militares. Estos militares se acercan. Nos apuntan con un fusil. A pocos metros del Palacio Miraflores”.
Una persona que lo acompañaba dentro del vehículo fue bajada con violencia: “Lo bajan. Lo tiran al suelo. Lo encañonan también”.
La detención se justificó con una narrativa ideológica y extremista. “La primera acusación que tuvimos es ‘ustedes son espías, chileno golpistas y tienen granadas y bombas en el auto’. Eso fue la primera argumento de la detención”, afirmó.
Los militares comenzaron a revisar el vehículo mientras mantenían a ambos en el suelo. En ese contexto, la presencia de una periodista venezolana fue determinante para evitar que el episodio escalara hacia un encierro prolongado.
El protocolo secreto que salvó al equipo chileno
La colega local conocía lo que describió como un mecanismo de emergencia utilizado por periodistas disidentes dentro de Venezuela.
“Una colega venezolana que me acompañaba saca un teléfono, marca un número que lo tenía como un número de emergencia, y lo guarda en su chaqueta y comienza a relatar”, dijo el periodista.
Él le hizo un gesto para confirmar lo que estaba pasando, y ella respondió en clave: “Me empieza a decir, de manera bien cifrada, que era el mecanismo de emergencia de los periodistas disidentes dentro de Venezuela. Que lo que estaba haciendo ella era llamando un número de emergencia a otros colegas para indicar que estaba siendo detenida, que estaba con periodistas chilenos, cuáles eran nuestras identidades y dónde estábamos”.
Gracias a esa llamada, se activaron redes internas de protección que alertaron a organizaciones locales y al canal chileno. “De esa manera se activan todos los mecanismos de emergencia de los periodistas venezolanos y se le informa a mi canal de aquel entonces. Yo aquel entonces trabajaba en Televisión Nacional”, cerró.
Aquí la narración: