Luego del triunfo de José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial del 14 de diciembre, Erika Olivera, ex maratonista olímpica y diputada saliente por Demócratas, fue entrevistada en CNN Chile.
En esa conversación, Olivera no descartó asumir como Ministra del Deporte en caso de que el presidente electo se lo propusiera, resaltando su trayectoria deportiva, su experiencia parlamentaria y su compromiso histórico con el desarrollo del deporte en Chile.
Sus declaraciones bastaron para que distintos medios comenzaran a mencionarla como una de las cartas posibles para encabezar esa cartera, considerando su perfil técnico y su conocimiento del mundo deportivo.
El rechazo desde la derecha más dura
La eventual designación generó un rechazo inmediato en sectores republicanos duros y libertarios, muchos de los cuales fueron clave en el apoyo electoral a Kast. Las críticas se centraron en el historial legislativo de Olivera, a quien acusan de no haber sido leal al bloque de derecha.
Entre los principales cuestionamientos se recuerdan votaciones en el Congreso donde se alineó con posiciones de centroizquierda, como su voto en contra de censuras a figuras del Partido Comunista, entre ellas Karol Cariola. También se le reprochan abstenciones o ausencias en proyectos considerados clave por la derecha, así como un altercado verbal con Johannes Kaiser, episodio que volvió a circular en redes mediante registros antiguos.
Acusaciones de oportunismo
Otro eje del cuestionamiento apunta a su derrota electoral en noviembre de 2025, cuando no logró ser reelegida como diputada. Desde ese flanco, sus detractores sostienen que su disposición a integrar el gobierno responde más a la búsqueda de un cargo que a una coincidencia real con el proyecto político de Kast.
Frases como “ahora quiere pega tras perder la reelección” se repiten entre quienes consideran que su eventual nombramiento sería una señal equivocada para un electorado que espera un gabinete compuesto por figuras plenamente alineadas con el nuevo gobierno.
Silencio oficial y definiciones pendientes
Hasta ahora, José Antonio Kast no ha confirmado ni desmentido nombres para su futuro gabinete. Desde su entorno han reiterado que las definiciones se anunciarán en su debido momento y que los criterios serán competencia técnica, compromiso con el programa y capacidad de gestión.
El caso de Erika Olivera refleja una tensión más amplia: el debate interno sobre cuánto espacio tendrán figuras moderadas en un gobierno que llega al poder con el respaldo decisivo de una derecha que exige coherencia ideológica y señales claras desde el primer día.