Marco Rubio encabezó una conferencia de prensa de fin de año este viermes, misma que se extendió por más de dos horas, convirtiéndose en una de las más largas protagonizadas por un secretario de Estado estadounidense.
En la instancia, el jefe de la diplomacia de Washington repasó los principales ejes de la política exterior de la administración Trump, con un marcado énfasis en Latinoamérica y el combate al crimen organizado transnacional.
Uno de los focos centrales fue Venezuela. Rubio calificó al régimen de Nicolás Maduro como “ilegítimo” y aseguró que el “status quo” es “intolerable”, ya que, afirmó, representa una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Venezuela, narcotráfico y seguridad regional
Durante su intervención, Rubio acusó al gobierno venezolano de colaborar con narcotraficantes, grupos terroristas como Hezbolá y el ELN, además de organizaciones de crimen organizado transnacional. En ese contexto, defendió las operaciones militares estadounidenses en el Caribe orientadas a frenar el narcotráfico, incluyendo bloqueos y ataques a embarcaciones sospechosas.
El secretario de Estado sostuvo que no existe preocupación por una eventual escalada con Rusia, argumentando que Moscú “tiene las manos ocupadas en Ucrania”. Además, fue enfático al señalar que no se puede negociar con un régimen que “rompe todos los acuerdos” y que utiliza su territorio como plataforma para el tráfico de drogas y la migración criminal, mencionando explícitamente al Tren de Aragua.
Chile en el radar de Washington
Para el entorno chileno, uno de los momentos más relevantes de la conferencia fue la referencia directa de Rubio al país. Al hablar de la cooperación hemisférica contra el narcotráfico y los regímenes autoritarios, el secretario de Estado afirmó: “La buena noticia es que este nuevo año nos traerá más gobiernos en el hemisferio dispuestos a cooperar, en países como Bolivia, en Chile”.
La declaración fue interpretada como un respaldo al reciente triunfo presidencial de José Antonio Kast. Rubio ya había sostenido días antes una conversación telefónica con el mandatario electo, en la que lo felicitó y manifestó interés en fortalecer la cooperación bilateral en materias como seguridad regional, crecimiento económico y migración ilegal.
Un nuevo escenario para la política exterior chilena
En contraste con sus elogios a Chile y otros países como México, Ecuador, Colombia, Paraguay y Argentina, Rubio criticó duramente a Nicaragua y Cuba por su falta de cooperación y por, según dijo, aliarse con elementos criminales.
Las palabras del secretario de Estado refuerzan la señal de que Chile será considerado un aliado estratégico por Estados Unidos en el nuevo escenario regional, especialmente en temas de seguridad y combate al crimen organizado, marcando un punto de atención relevante para la política exterior chilena en 2026.