Los padres de dos recién nacidos fallecidos en el Complejo Asistencial Dr. Víctor Ríos Ruiz de Los Ángeles (región del Biobío) entregaron su testimonio tras descubrir que los cuerpos de sus hijos fueron entregados erróneamente a otras familias y sepultados.
El insólito intercambio afectó a dos bebés: Josefa, una niña diagnosticada con síndrome de Potter, y Mateo, un niño prematuro de cinco meses que falleció poco después de nacer.
Ambos mortinatos fueron entregados a sus respectivas familias, pero al momento de ser retirados por una funeraria el fin de semana, se constató que los restos no coincidían con los de los bebés que debían recibir.
“Habíamos sepultado a un hijo que no era de nosotros”
Paulo Peña, padre del niño, relató a 24 Horas que fue contactado por la otra familia tras el hallazgo, situación que provocó una mezcla de “rabia e impotencia”, ya que él y su pareja habían sepultado a un hijo que no era suyo.
“Nos llama la mamá de Josefa diciendo que habíamos sepultado a un hijo que no era de nosotros (…) siento rabia e impotencia, porque supuestamente mi hijo lo tendría que haber tenido sepultado, ahora voy a tener que hacer todo de nuevo”, dijo.
Por su parte, Rolando Henríquez, padre de la niña de Laja, afirmó a T13, que el hospital demoró en responder y que inicialmente no supo manejar la situación. Henríquez aseguró que toda la documentación estaba etiquetada, pero aun así se produjo el error en la entrega de los cuerpos, lo que calificó de “indignante”.
“Hay que tener dos dedos de frente, estaba todo etiquetado. Tenía un papel que no se entendía nada, era indignante. La funeraria hizo pasar a mi suegra, después nos llamaron a nosotros, y nos dijeron que nos calmáramos. Nos dijeron que no sabían dónde estaba mi hija, mi señora empezó a averiguar y a preguntar a quién se la habían entregado”, señaló.
El Hospital de Los Ángeles emitió un comunicado en el que reconoció el error con “profundo pesar” y lamentó el daño ocasionado a las familias. La dirección del establecimiento se constituyó en el lugar para ofrecer disculpas, acompañamiento médico y apoyo psicosocial a los afectados, además de instruir un sumario administrativo para esclarecer responsabilidades y reforzar los protocolos asociados a estos procedimientos, según detalló la propia institución.