A comienzos de diciembre, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) ejecutó un ataque con drones en un punto costero de Venezuela, según reveló CNN. Esta acción representa el primer ataque documentado de Estados Unidos dentro del territorio venezolano, en el marco de su campaña militar contra el narcotráfico en América Latina.
El objetivo de esta operación fue un muelle ubicado en una zona remota de la costa venezolana. De acuerdo con información suministrada por funcionarios conocedores del caso, el lugar era utilizado por la organización criminal conocida como Tren de Aragua para almacenar cargamentos de droga y facilitar su transporte hacia embarcaciones con destino internacional.
Durante el ataque no se encontraban personas en el lugar, por lo que no se reportaron víctimas.
Apoyo táctico y contradicciones oficiales
Según dos fuentes citadas por CNN, fuerzas de operaciones especiales estadounidenses habrían proporcionado apoyo de inteligencia a la operación. Sin embargo, la portavoz del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, coronel Allie Weiskopf, desmintió esa versión al afirmar que “las Operaciones Especiales no apoyaron esta operación, incluido el apoyo de inteligencia”.
Donald Trump hizo referencia pública al ataque por primera vez en una entrevista ofrecida la semana pasada, aunque sus declaraciones pasaron inicialmente desapercibidas. En esa conversación, confirmó que Estados Unidos había destruido una “gran instalación de donde salen los barcos”, aludiendo al rol de ese puerto en las actividades del narcotráfico.
Cuando fue interrogado nuevamente este lunes, Trump sostuvo que el ataque ocurrió “en la zona del muelle donde cargan los barcos con drogas”, aunque evitó precisar si la acción fue ejecutada por el ejército o por la CIA. “Así que golpeamos todos los barcos, y ahora golpeamos la zona. Es el área de implementación, ahí es donde operan, y eso ya no existe”, aseguró el mandatario.
Escalada en la campaña contra Maduro
La ofensiva podría agravar el ya tenso escenario diplomático entre la Casa Blanca y el gobierno de Nicolás Maduro. Desde hace meses, la administración Trump ha mantenido una postura firme contra el régimen venezolano, con el objetivo explícito de presionar su salida del poder.
Dentro de esa estrategia, Estados Unidos ha llevado a cabo una serie de ataques en alta mar, destruyendo más de 30 embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental. Asimismo, ha incautado tres petroleros sancionados que comercian con Venezuela.
