Un ejemplo en todo ámbito es el que está dando Luis Alberto Canales, un hombre de 82 años que entró a estudiar informática en Puerto Montt.
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“Quise ponerme al día antes de morirme, por lo menos morir estando inmerso en el mundo actual”, señaló al medio El Cabulcano, explicando qué lo llevó a matricularse en el Instituto Tecnológico Regional de la Universidad de Los Lagos, en horario vespertino.
“Soy un analfabeto en este asunto. Eso me ha tenido al margen de muchas cosas, nuevos conocimientos, nuevas herramientas (...) en todas partes está la computación. Entonces, como persona me sentí un poco al margen de no utilizar esta nueva herramienta, como profesor, hoy en día, existen pizarrones digitales y me gustaría conocerlos y aprender a manejarlos. Por tanto quise ponerme al día antes de morirme, por lo menos morir estando inmerso en el mundo actual. Porque estaba muy atrasado, el que hoy no maneja la informática y la computación está fuera de foco”, comentó.
El octogenario alumno, es padre de seis hijos, tiene 10 nietos y un bisnieto, de la misma edad de sus compañeros de curso con quienes tiene la mejor de las relaciones.
“Me llevo bastante bien con ellas y ellos. A pesar de los problemas propios de la edad, ya que tengo hipoacusia, problemas con la vista y por eso debo sentarme adelante. Pero al ingresar y salir de la sala de clases hablamos y nos saludamos de manera bien cordial. Parece que les causa curiosidad que haya un viejito como yo estudiando esta carrera. Los profesores también se sorprenden ya que todos ellos son menores que yo. Pero todos quieren ayudarme”.
El profesor de Educación Básica, contó, además, qué desea hacer en cuánto se titule, señalando que le encantaría ¡Seguir estudiando!
“Me imagino que contento de haber logrado algo. No me pregunte si termino ahí. Porque conociéndome seguiría estudiando, me gustaría seguir la ingeniería. Pero primero está este primer paso, que es manejar bien la informática”.
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“Todo depende de la salud”
Luis Alberto Canales dijo ojalá más personas puedan estudian, sin importar la edad, aunque recalcó que todo depende del estado en que se encuentren.
”Yo creo que todo depende de la salud. Si uno está con la capacidad de poder entender, todavía puede hacerlo. Ojalá que nunca me llegue ese estado donde ya no comprendo lo que me hablan. He visto casos de personas que están imposibilitada de aprender, me da mucha pena ver personas así. Ojalá me muera antes para no sufrir eso”, finalizó el profesor, convertido en alumno a los 82 años. Un ejemplo a seguir.