El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, dio a conocer el largo pero hermoso proceso de adopción que cambió su vida y hoy lo tiene convertido en el feliz padre de dos hermanos provenientes del Sename, María Ignacia y Felipe. “Ha sido un proceso maravilloso, repleto de aprendizajes y me esfuerzo cada día para ser el mejor papá posible para mis niños”, comentó dichoso en entrevista con La Tercera.
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Fue hace un año cuando el edil decidió darle un vuelco a su vida que, a esa fecha, solo compartía con su perrito “Harry”.
“Tenía una buena pega, un auto rico, pero -pensé-, no tengo nada. No tengo descendencia’. Yo siempre quise ser papá y por las razones que sea, nunca había llegado el momento”.
Gracias a una amiga que le contó que sería mamá adoptiva, supo que era una señal y comenzó con el largo proceso de adopción en el Sename, donde conoció en primera persona cómo es la experiencia que enfrentan los potenciales padres y también, los esperanzados niños que viven ahí por diferentes motivos.
“Te hacen examen psicológico, evolución social de hogar, vienen a tu casa, entrevistan a tus seres queridos, te preguntan qué tipo de niño es el que tú quieres, más exámenes. Y una vez que te declaran apto, entras a la lista de espera. Es un trabajo bien titánico el que hace el Sename, que tiene muy mala prensa, pero yo vi mucho cariño ahí dentro”, comentó al medio.
En primera instancia, iba a ser padre de un menor, pero finalmente el mismo Sename desistió de continuar con el proceso porque el niño tenía “problemas muy severos”, le explicaron. “Yo espero algún día volver a verlo, porque no va a tener nunca adopción”.
“Mi vida cambió para siempre”
Pero dos meses después tuvo la fortuna que “aparecieron estos enanos en Curicó”. Dos hermanos de 10 y nueves años, quienes fueron abandonados por la madre, pero la vida le dio un nueva oportunidad junto al jefe comunal de La Florida.
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“Alguien me dijo la otra vez que nosotros nos andábamos buscando, y no nos habíamos dado cuenta hasta que nos encontramos...Y ha sido todo tan rápido... Fue muy loco, yo diría que cuando los fui a dejar de vuelta el día de Navidad, me di cuenta de que era el papá de ustedes, y que mi vida había cambiado para siempre”, comentó respecto a los primeros meses, cuando iniciaron la etapa de conocimiento antes concretar la adopción y vivir juntos como padre e hijos.
Y hoy, son toda la prioridad que tiene en su vida y espera ser el mejor papá del mundo.
“Tengo súper claro que los que me van a llevar a la tumba cuando me muera van a ser Ignacia y Felipe...por lo tanto, los que tienen la prioridad son ellos... están en primer lugar, son lo más importante en mi vida (...) ahora tengo una misión maravillosa, que es 24/7 y de la que aprendo día a día: quiero ser el mejor papá posible para mis hijos”, confesó.