El humorista Álvaro Salas lamentó la triste partida de su amigo Jorge “Chino” Navarrete quien falleció la noche del martes, a los 72 años, producto de un cáncer prostático y señaló que estaba muy contento, porque pensó que la operación le permitiría sanarse y volver a saltar con su risa característica.
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“Yo conversé con él dos días antes de su fallecimiento, el fin de semana estaba muy contento porque pensaba que la operación iba a ser la solución definitiva a su mal, pero todos sabemos que era muy delicado, así que no la resistió”, comentó Salas, quien también fue vecino de Navarrete en la comuna de La Reina.
“Fue un gran amigo, fue el primero que me brindó su casa. Su atención y la hospitalidad de su familia. Cuando recién empecé a venir a Santiago y hacer mis primeros mis primeros pasos como jurado de algunos programas como “Éxito” y ¿Cuánto vale el show? Yo me quedaba en la casa del Chino. Tremenda amistad”, señaló nostálgico.
Quiero quedarme con los mejores recuerdos del gran Chinito, un tipo alegre, generoso y buena onda. Siempre que la gente fallece, encontramos todo bueno, pero en este caso es así, el Chino fue un gran amigo hasta el último momento, muy alegre.
Tras su partida, Salas también quiso recordar una divertida anécdota que compartieron juntos cuando eran vecinos en la comuna de La Reina y les tocó ir al rescate de un hombre que se encontraba en estado de ebriedad y con una conducta violenta.
“Estoy viendo visiones”
“El Chino pertenecía a la agrupación de Alcohólicos Anónimos y ayudaba a recuperar gente con esta adicción. Una vez estábamos en su casa en una comida y lo llaman de urgencia para que fuera a atender a un señor que estaba en estado de ebriedad, muy agresivo y había que calmarlo”, contó Salas.
Ante eso, el humorista tuvo que ir a calmarlo, como parte del voluntariado que realizaba. Pero no fue solo, le pidió al exanimador de “Viva el lunes” que lo acompañara.
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“Me dice acompáñame compadre. Dije, ¿pero cómo voy a ir yo contigo? Finalmente lo acompañé, llegamos a la casa y el tipo no lo podía creer al vernos ahí. Decía, ya no tomo nunca más, porque ya estoy viendo visiones. Nos matamos de la risa, porque él nunca pensó que iban a llegar dos humoristas a atenderlo”, recordó con alegría.
Que descanse en paz el Chinito y mucha fuerza para Martita, su hijas Silvana y Almendra. Se nos fue un grande, estoy con mucha pena, pero el Chinito está descansando”, lamentó el humorista a Publimetro.