En octubre del 2021 el doctor Aji Djamali se encontraba reunido con su paciente John Jartz. El paciente de 68 años necesitaba urgentemente un donante de riñón y llevaba años intentando encontrar uno.
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Y en medio de la conversación, el médico le entregó una noticia. “Estábamos casi al final de nuestra conversación cuando le dije: ‘Conozco a alguien con su tipo de sangre que podría estar interesado en ser su donante’”, le señaló.
“¿Quién es?”, preguntó emocionado Jartz. “Y ahí es cuando le dije: ‘yo’”, relató el doctor de 53 años en conversación con People.
Ambos se habían convertido en amigos con el pasar de los años y el facultativo estaba preocupado ya que sabía que su paciente probablemente no sobreviviría mucho tiempo más si no encontraba donante.
Tras darle la noticia, ambos rompieron en llanto. “Incluso ahora, cuando hablo de eso me emociono”, afirmó Djamali.
Siete meses después
Este año en tanto, un grupo de médicos le extirparon un riñón al doctor, tras lo cual se realizó el posterior trasplante a Jartz.
Luego de la exitosa intervención, relató que sintió tras la donación. “Es un sentimiento que es difícil de describir”, detalló.
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En ese punto, indicó que “es como ver nacer a tu hijo. Es solo esta sensación de libertad, euforia y felicidad”.
Sobre los motivos por los cuales tomó dicha decisión, explicó que “siempre me asombró la gente que donaba órganos. Me fascinó. Y pronto decidí que no solo quería hablar por hablar. Quería caminar por el camino”.
Por lo mismo, cuando le contó años atrás a su esposa sobre este tema, ella le señaló que “esperemos hasta que los niños crezcan. Entonces podemos hablar de eso”.
Y en octubre pasado, cuando su paciente estaba teniendo dificultades y sus tres hijos ya se habían graduado de la universidad y se habían mudado de la casa, volvió a plantearle el tema a su pareja.
“Así que hablé con mi esposa y ella dijo: ‘Si quieres, puedes hacerlo y estaré aquí para apoyarte’”, expresó.
Finalmente, el médico relató que “la mitad de la razón fue para ayudar a John. Pero la otra razón era alentar a las personas a ayudar a los demás, inspirarlos a considerar dar un paso al frente y ayudar a los más de 90,000 pacientes en todo el país que están en listas de espera para recibir un trasplante”.
Cabe mencionar que Djamali y Jartz todavía mantienen su relación de amistad, indicando que conversan prácticamente casi todos los días.