En “Podemos Hablar” esta noche estarán Roberto Artiagoitía “El Rumpy”, la actriz Elena Muñoz, la periodista Fernanda Hansen y Juan Cristóbal Guarello. Este último las emplumó contra la ahora diputada María Luisa Cordero, cuando Julio César Rodríguez les dijo que avanzaran al punto de encuentro los que “se hayan sentido difamados por un famoso”.
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“La doctora Cordero tiene una mala praxis que es dar diagnósticos al aire. Eso está muy mal y ella dijo que tenía un problema con la rabia y dijo que alguna vez me había encarado, que me lo había dicho y que yo había reaccionado de tan mala manera que había salido corriendo”, dijo Guarello.
“Resulta que la única vez que me hablé con ella fue cuando le pregunté por qué ella pensaba que su voto valía diez veces más que el de su nana, esa fue la conversación y es algo que ella había dicho públicamente”, contó Guarello y agregó que “ella me dijo que creía en el despotismo ilustrado, yo le dije ‘ojo, que el despotismo ilustrado lleva a la tiranía’. Es fue la conversación y esta señora, años después, transformó este episodio, inventó una telenovela… hablamos de eso y en buen tono”.
“Ella está muy segura de sus credenciales intelectuales, pero no está segura de sus credenciales sociales, es una arribista, tiene ese problema, es lo que Joaquín Edward Bello llamaría un siútico (...) Ya que ella da un diagnóstico de cada persona, el suyo es arribismo, arribismo enfermizo”, precisó Guarello.
El diagnóstico de Cordero a Guarello
En abril Publimetro conversó con María Luisa Cordero, quien dijo que el periodista “tiene una depresión y no se la ha tratado (...) Debe resolver esa rabia que tiene guardada. Sus rasgos son muy rabiosos, de una persona colérica”.
Todo esto luego de que Guarello protagonizara una fuerte discusión con Luka Tudor en Radio ADN. “¡Se acabó esta hueá!”, “¿!Acaso no vení a este programa!?” fueron algunos de los gritos que Guarello - fuera de sí- le propinó al ex futbolista durante la edición de “Los Tenores”.
Cordero, dijo además que, “sus rasgos rabiosos son señal de depresión, muy común en la gente joven. Él es muy inteligente, tiene un nivel superior a una persona promedio, pero se está perdiendo si no modera su carácter, porque lo convierten en una persona intolerante y arrogante. Analiza todo desde un punto más intelectual. Es muy parecido a su papá en lo conductual, y yo una vez se lo dije en persona, por qué era tan agresivo, y casi me pega”, desclasificó.
