Santas redes...no siempre son tan malas. Una mujer en Brasil guardaba su auto en el garaje cuando de pronto fue sorprendida por dos desconocidos. Uno de ellos se acercó para robarle el vehículo, en cuyo interior estaban sus hijos, Cauã, de cuatro años, e Isadora, de diez, quienes fueron bajados.
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De inmediato la familia comenzó una campaña en redes sociales para recuperar el auto, pero aún más importante, la silla especial del niño, que padece secuelas de una encefalitis. El artefacto tiene un valor cercano a los 3.500 dólares, por eso, la desesperación de la madre.
Pero lo impensado ocurrió, los delincuentes le devolvieron el auto y con una carta: “El crimen pide perdón. En el momento de la tensión no pude ver el problema del niño. El auto está siendo devuelto. Tanque lleno!!!””.
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Sin embargo, la mujer dijo en todo de broma a los medios que cuando los antisociales se llevaron su auto “tenía un cuarto con un tanque. Lo encontramos en la reserva. No lo dejaron, al contrario, se lo gastaron”.
Finalmente, con la viralización de la historia, la familia recibió otras ayudas. “Me contactaron a través de las redes sociales de mi hijo Cauã , donde recibimos donaciones para ayudar a su recuperación. Una persona me propuso donar el servicio de rastreo, que se está instalando en este momento”, comentó.
