Hernán Nano Calderón, hijo de Raquel Argandoña, relató la pésima experiencia que tuvo en un restaurante del sector oriente, acusando que, tras una larga espera, recibió un plato de salmón con claros signos de descomposición y que hubo una respuesta negligente de parte de la administración. Más encima, reclamó que le cobraron la totalidad de la cuenta, cercana a los cien mil pesos.
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“Yo no soy mucho de fumar ni nada pero quiero dejarles a todos esta info. Vinimos a Vitacura a comer... Primero, una hora por una simple entrada”, criticó por la demora, señalando que la respuesta fue que hubo cambio de personal.
“Ok, lo entendimos y decidimos esperar... luego de haber esperado aproximado dos horas llegan finalmente los platos de fondo y uno de los platos era un ceviche de salmón. Bueno, empezamos a comer y el salmón estaba podrido”, alegó en las historias de su Instagram, invitando a la Seremi de Salud a visitar el local para realizar una fiscalización.
Pero, lo que más molestó al hermano de Kel Calderón, fue que el pescado “olía fatal y la solución de ellos fue cambiarnos el plato. Por ende, si mañana nos enfermamos o nos pasa algo ya saben que ellos son los responsables ... más encima nos cobraron la cuenta entera. Ya saben que si me muero, me intoxico por qué fue... que triste que un restaurante que era tan bueno, por cambiar de administradores, se haga tan asqueroso de darte un plato podrido”, reclamó.
Finalmente, publicó que el restaurante se comunicó con ellos y les devolvió la totalidad del dinero, correspondiente a $95.700, pero se negaron a bajar la publicación, puesto que lo hicieron como una forma de advertir a sus seguidores. Situación que molestó a la empresa aludida.
¿Te gusta la guerra?
Fue la pareja de Calderón quien compartió el mensaje que recibió de parte del restaurante y el posterior enojo de los encargados, ante la negativa de bajar la funa.
“No pido que me recomienden solamente que deje la publicación sin efecto ya que como empresa nos afecta este tipo de difusiones negativas.... no volverá ocurrir este tipo de situaciones, pero no queremos que nuestros clientes se dejen llevar solamente por una mala experiencia”, escribieron desde el local de Vitacura.
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Pero, al ver que la pareja hizo caso omiso, le volvieron a escribir, pero de manera más desafiante. “¿Te gusta la guerra?”, preguntaron podridos con la denuncia.
“No nos gusta la guerra, así como tampoco nos gusta comer caca”, respondió Calderón, quien días atrás estuvo internado por salmonella.