Patricia Maldonado se mostró muy emocionada después de revelar un complejo momento que está pasando con su salud. En el capítulo del viernes de “Tal Cual”, ella contó que tuvo que ir al otorrino después del incremento de su malestar en los oídos a causa de una alergia.
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El doctor le hizo un examen y le dijo que había perdido una gran cantidad de registro en el oído, que no había nada qué hacer. Uno de los grandes factores son los sonos que se ocupan para escuchar a los directores de televisión.
El doctor le señaló que no existía una solución y que para tener una mejor calidad sonora, tenía que ocupar un audífono. “Entonces cuando te dicen el audífono, te da pena hueona. A mí me dio pena, porque nunca pensé que iba a tener un audífono”, confesó la cantante.
“Me da penita”
Su amiga Raquel Argandoña notó el rostro de su amiga y le preguntó por qué se emocionaba. “Porque estoy envejeciendo y entonces la vejez es una enfermedad de mier**. No es como el cáncer, el cáncer que es repentino; la vejez es lenta, va de a poco minándote, o te minó una rodilla, o te minó la vista, o te minó la vista un oído o te va comiendo la cadera, la clavícula, un brazo”, señaló.
“Tú vas sintiendo el paso del tiempo. Ahora, el que dice que no lo nota, es mentira, está mintiendo. Yo no miento, yo digo lo que siento, me duele envejecer, no quiero envejecer así. Quiero envejecer bien, como estoy, yo estoy llena de energía, ustedes ven todo lo que yo hago, que canto, que actúo, que escribo, que viajó”, continuó mientras le salían las lágrimas, por lo que Raquel le pasó un pañuelo.
La animadora se levantó y fue a abrazar a su querida amiga mientras ella rompía en lágrimas. “Me da penita, me da penita”, afirmó. “Lo único que le pido a la vida es seguir teniendo la misma energía que tengo hasta hoy día (...) Tengo 72, me canso, yo ahora siento que me cansó”, confesó Patricia.
“Yo no lo tengo miedo a la vejez, es lo más normal que se te manchen las manos, la cara, es lo más normal, es parte de la vejez. Yo a lo que le tengo miedo a este tipo de cosas que empiezan a aparecer, a estas fallas, que te limiten”, agregó.
“Tal vez lo que tengo hoy día es miedo a deteriorarme, a no tener la capacidad de trabajar como a mí me gusta”, concluyó.