Una curiosa anécdota se dio en el sector de Palermo, Buenos Aires, cuando un ladrón le robó el celular a una cliente de una confitería y fue perseguido por uno de los trabajadores hasta que logró derribarlo. Según relató el dueño del local, Martín, el joven se excusó con que “era para darle de comer a su familia”. En ese momento decidió ofrecerle trabajo al asaltante.
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Según relató Martín, el ladrón aceptó la oferta y prometió volver al día siguiente para hablar de los detalles.
“Me contestó ‘Don, mañana salgo y vengo a verlo’”, relató el dueño al medio LN+ y recordó que el joven se inclinó para darle la mano: “Se le cayó una lágrima al pibe”, dijo.
El dueño de la cafetería explicó que quiso darle una segunda oportunidad al joven: “Si quiere, tiene otra opción. Por lo menos que sepa que la tiene, que no tiene que agarrar el camino equivocado. Era muy chico y quizá nadie le dio una chance. No sé. Traté de hacer algo que estuviera a mi alcance”.
El locatario también destacó que esta era la tercera vez que un cliente de su negocio sufría un robo, lo que evidencia una problemática importante en la zona.
El conmovedor gesto de Martín con el ladrón ha sido comparado con una historia de película, pero el dueño de la cafetería destacó que solo intentó hacer lo que estaba a su alcance para ayudar.