La medida que tomó el colegio Wenlock School de la comuna de Las Condes, de prohibir el uso de celulares para todos los niveles tiene las redes convulsionadas.
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El establecimiento determinó que los alumnos desde séptimo básico hasta cuarto medio, deben entregar sus teléfonos en la mañana a su profesor jefe, que los mantiene en una caja hasta terminada la jornada escolar.
Pero algunos pensarán, ¿y qué pasa si deben comunicarse con sus padres? bueno, se utilizarán los teléfonos institucionales del establecimiento.
En tanto, si los estudiantes son sorprendidos utilizando sus celulares sin autorización, “se le retirará el aparato y solamente será devuelto al apoderado al finalizar la jornada escolar o, si esto no fuera posible, será entregado al día siguiente a primera hora”.
En conversación con LUN, Carolina Pérez Stephens, educadora de párvulos y máster en educación de la Universidad de Hardvard, señaló que esta iniciativa permitió que “los niños de 7° básico hacia arriba, que antes pasaban pegados en los recreos, ahora volvieron a jugar y a conversar como niños”.
Pero además la profesional está en contra del uso de celulares como herramienta pedagógica: “Si los niños deben buscar información, el colegio debe proveer el computador. Así el colegio es responsable del control y los accesos que tiene ese computador. Si le digo a un alumno que saque su celular de la mochila, se va a meter a cuatro cosas antes y luego verá la tarea. Los colegios deberían prohibir los smartphones. A colegio se va a estudiar, jugar y a hacer amigos”.