La hija del fallecido comediante José “Pepe” Tapia, Clara, se sinceró en el programa “Carmen Gloria a tu servicio”, en donde habló sobre la trayectoria de su padre, y sus últimos años de vida en el cual el artista batalló en contra del alzheimer que padecía.
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Ella recordó con cariño a su padre, quien sigue siendo un fuerte referente en su vida. “Nos enseñó mucho sobre el trabajo duro y el esfuerzo. Era bien exigente (...) Para mí es mi ídolo máximo en la vida”, afirmó, de acuerdo a lo consignado por Página 7.
La lucha contra el Alzheimer
Con respecto a la enfermedad que afectó a Tapia, Clara contó que en 2006 comenzó el deterioro cognitivo, el cual avanzó muy rápidamente. “Fue como una bomba atómica en la familia, explota, y esa bomba interviene en toda la familia”, relató.
“Lamentablemente, es una enfermedad irreversible. Entonces, el amor es el único sentimiento que tienes para llevarlo en el día a día”, contó. “Nos turnábamos con mis hermanas, luego una enfermera (...) A veces tenía actitudes violentas, otras veces no. Una vez golpeó un espejo, porque no se conoció al mirarse”, mencionó.
Clara reconoció que uno de los momentos más duros de su vida fue cuando su padre no la reconoció. “El que siempre te dijo que iba a estar para ti, ya no era tu papá. Ya no era la misma persona que había sido durante 40 años, se me desgarró el corazón. Un día me dice ‘oiga, le puedes decir a mi hija que me venga a ver porque lleva harto tiempo sin venir a verme’, le digo ‘papá, yo soy tu hija’. Ya lo habíamos perdido, pero ahí sientes que ya no haces conexión con la mirada”, contó.
Sus últimos años
Finalmente, su familia decidió llevarlo a un hogar y aunque era una decisión dura, fue pensando en su madre, que como cuidadora estaba muy desgastada. Clara armó álbumes de fotos, leían el diario juntos para activar su memoria, y tras varios años de cuidado, José ‘Pepe’ Tapia, murió en 2020 producto del Covid-19.
“Fue doloroso, pero también reparador que él estuviera descansando. Es triste, pero nosotros siempre nos quedamos muy tranquilas porque las tres (ella, su hermana y su mamá) entregamos todo lo que podíamos entregar para que él estuviera bien”, indicó.
“Lo que más pena me dio era no haberlo podido despedir como él hubiera querido, con los boleros que él hubiera querido, con el vino honor que hubiera querido, porque yo que estoy más cerca de los medios sé que a él lo querían mucho y lo respetaban mucho, y lamentablemente no pudimos por las restricciones”, confesó.