Antes de comprometerse con el príncipe Harry, Meghan Markle era una actriz consagrada y como tal tenía la costumbre de atender a su publico, de ser cercana a ellos, de abrazar, conversar, dar la mano y firmar autógrafos.
Según la revista Lecturas, en mayo de 2016, Markle fue vista fotografiada saludando a sus fans y firmando fotos en la ciudad de Nueva York, rompiendo esta regla crítica aunque técnicamente todavía no pertenecía a la familia real.
En aquel tiempo ella todavía era una de las protagonistas de ‘Suits’, serie en la que estuvo durante siete temporadas, por lo que era bastante normal que coger el rotulador y escribirle algo a los fans.
Sin embargo, ese tipo de situaciones no es permitida por la realeza, de hecho está mal visto y rompe con todas las reglas impuesta por la monarquía británica, así que fue todo un reto para la Duquesa de Sussex asumir esa y otras reglas para estar a la altura del compromiso que significaba casarse con uno de los nietos de la Reina Isabel II.
No pone su firma, pero sigue cercana a su publico
Ya al estar casada cumplió con una de ellas, no poner su firma. Sin embargo, no dejó de dibujar caritas, estar cercana al publico y escribir algunas dedicatorias.
Mientras su publico se lo pedía, ella accedía a escribir sin poner su firma, así que para la realeza nunca adoptó la política de no autógrafos. Una regla que podría haber roto cuando no estaba casada pero que continuó saltándose después de la boda (la segunda) con Harry.
Destaca el medio que la actitud Markle es desafiante, pues en marzo de 2024, visitó el Hospital Infantil de Los Ángeles, donde leyó cuentos a los pacientes, donde se hizo fotos y donde por supuesto firmó imágenes impresas.
La comparación con Kate Middleton
Para la corona británica, la princesa de Gales tiene la actitud ejemplar y lo demostró cuando asistió al primer picnic infantil anual en el Chelsea Flower Show de Londres, allí no dudó en explicar el motivo por el que ella no firmaba nada.
Mientras hablaba con los estudiantes, varios pidieron a la princesa de Gales que dedicara sus dibujos, a lo que ella respetuosamente se negó, aclarando que lo tenía prohibido. Como alternativa, la mujer de Guillermo les garabateó algunos bocetos rápidos.
La otra regla que se ha saltado Meghan es la de los abrazos. Si bien a muchos les parece bien que sea tan cercana y amable, la corona británica lo considera como una ofensa.
Y es que mientras que la mayoría de la realeza solo muestra afecto físico hacia los niños, Meghan lo hace con todos. De hecho, fue muy comentado cuando en 2018 abrazó a un trabajador de una ONG o a Beyoncé en el estreno de ‘El Rey León’ un año después.
