En un siempre complejo contexto de vínculos amorosos, cuando las aplicaciones de citas están más que presenten en las relaciones sociales, ha surgido una nueva tendencia en la Generación Z, llamada floodlighting.
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Sin ir más lejos, este concepto hace referencia al actuar de ciertas personas respecto a compartir, desde las primeras citas, detalles bien personales o momento sensibles de su vida, en una suerte de buscar una conexión precoz e intensa con alguien.
Pese a que puede verse como un gesto de franqueza, los especialistas en salud mental advierten que este tipo de prácticas puede tener efectos negativos. Lo anterior es porque quien recibe esta bomba de información emocional puede sentirse abrumado o presionado a abrirse del mismo modo, aunque no se sienta listo.
Una similitud con el “bombardeo amoroso”
Este término del floodlighting puede tomarse como una forma disfrazada de establecer intimidad rápidamente, sin permitir que lleve de forma orgánica. Es un concepto que se acerca al “bombardeo amoroso”, aunque no igual, debido que esto se basa en demostraciones románticas o halagos constantes, en cambio, este nueva tendencia apunta a la exposición de vivencias dolorosas o difíciles, lo que puede confundir y comprometer emocionalmente a la otra parte.
Eso sí, lo que hay que aclarar es que no todas las personas que actúan de esta manera lo hacen con malas intenciones. Generalmente, esta actitud surge de la inseguridad, el nerviosismo social o la dificultad para mantener una conversación superficial.
Pese a lo anterior, si esto se vuelve una estrategia reiterada o provoca incomodidad en el otro, puede convertirse en una forma sutil de manipulación emocional.
La recomendación de psicólogos
Frente a esto, los psicólogos recomiendan tener claridad sobre los propios límites, avanzar con delicadeza en la creación de vínculos y fomentar el desarrollo paulatino de la confianza, puesto que la intimidad no se impone, sino que se va cultivando con el tiempo y reciprocidad.
