Asegurar el derecho al trabajo en igualdad de condiciones es una responsabilidad de todos los actores de la sociedad. Este 18 de junio, en el marco del Día del Orgullo Autista, es importante visibilizar los desafíos de la inserción laboral de personas autistas y las acciones que deben tomar las empresas y trabajadores para promover una inclusión efectiva.
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Los trabajadores y trabajadoras, el Estado y las empresas deben velar por el cumplimiento de lo establecido en la leyes N° 21.015 y N° 21.275 que incentivan la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral.
La legislación chilena contempla mecanismos de inclusión laboral obligatorios, como el sistema de postulación para personas en situación de discapacidad, aplicable también a personas autistas con credencial de discapacidad. Sin embargo, pueden enfrentarse a barreras en entornos laborales poco adaptados.
Frente a este escenario Leonardo Estrada, terapeuta ocupacional especializado en salud mental y acompañamiento de adultos autistas, plantea: “Durante la entrevista y cuando la persona logra conseguir el empleo, es importante que se consideren los ajustes razonables -que están justificados por algún certificado médico-, que sean personalizados, consecuentes con sus necesidades particulares y no sea una receta”.
Recalcando la importancia de informar al entrevistador o empleador sobre su condición y mantener un diálogo abierto al respecto para poder participar plenamente del rol.
Sin embargo, según el Informe de Resultados Décima Encuesta Laboral de la Dirección del Trabajo, publicado en 2023, “Los avances en inclusión laboral muestran desafíos persistentes, como el cumplimiento insuficiente de las cuotas de inclusión y la falta de consolidación de la figura del gestor de inclusión”.
Desafíos que también impactan a las personas autistas, cuya inserción laboral requiere no solo del cumplimiento de la ley, sino que también de transformaciones culturales.
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Por esto, la consultora Inclusión Activa (INA) gestiona estrategias y acciones que apoyan a instituciones de distintos rubros en el cumplimiento de las exigencias de las leyes de inclusión laboral N° 21.015 y N° 21.275. Haciendo concreta la inclusión al adaptar los procesos de reclutamiento, formar a los equipos en neurodivergencia y diseñar ajustes específicos.
Felipe Bottetano, CEO de INA reafirma su compromiso con la inclusión laboral de personas autistas: “Invitamos a las organizaciones a ser parte de un cambio de mirada y acción frente a la inclusión. Una persona autista -como cualquier persona con discapacidad- puede aportar tanto como cualquier otro trabajador. Inclusión no es dejar entrar, es dar la bienvenida”.