“Había un trato de objeto sexual”, fue parte de la brutal declaración que hizo la actriz Carmina Riego en el capítulo más reciente del videopodcast “Reyes del Drama”, donde reveló lo normalizadas que estaban algunas conductas sexuales en los pasillos de TVN, durante la denominada época dorada de las teleseries.
Carmina Riego participó en varias de estas producciones, como las exitosas Aquelarre y Amores de Mercado, además de otras como Santo Ladrón, Purasangre y otras, momento en el que reconoció, muchas veces no supo cómo comportarse, debido a la tensión que sentía al estar fuera del set.
“En esa época TVN era top, entonces ahí sucedían cosas. Cosas terribles, cosas buenas. Y a mí me daba miedo. Yo pasé muchos años cagada de miedo haciendo teleseries (...) No sabía cómo comportarme fuera del set”, aseguró la actriz.
“Nunca supe qué lugar ocupaba”
A lo anterior, añadió que “en esa época nunca yo supe qué lugar ocupaba. Me costó mucho encontrar mi espacio en las teleseries, sentirme cómoda como persona (...) Nunca supe qué lugar ocupaba en ese momento. O eras la mina rica o eras la actriz de apoyo, o eras las que jugueteaba con los camarógrafos“, señaló.
Carmina Riego además indicó que “toda esa tontera que se usaba antes. Me costó mucho encontrar mi espacio en las teleseries, sentirme cómoda como persona”, añadió.
Pese a todo, sí reconoció que “me encontré con gente súper amorosa. Tengo amigos, gente súper solidaria, gente buena onda, gente bacán. Pero, también con gente asquerosa”.
En cuanto a las conductas sexualizadas, Carmina Riego añadió que "había un trato de objeto sexual. Independientemente que había actrices que tenían un gran talento, que eran superbuenas actrices y todo, pero en el ambiente se respiraba una cosa como muy sexuada. Como muy de sexo y poder”.
“Eso pasaba porque te visualizaban básicamente como un objeto. Como un objeto de placer sexual. Y ahí los que cortaban el queque eran hombres y con ellos tenías que congraciarte o no congraciarte, pero ellos eran el referente de todo. Entonces, a mí me costaba mucho eso”, indicó.
Finalmente señaló sobre este tema que las conductas iban “desde el mandamás hasta el técnico, todos se sentían en el derecho de tocarte un poco. O de mirarte de lejos y decir: ‘Ay, qué rica’; o ‘qué fea’; o ‘qué vieja’ (...) Por una o por otra estabas en una competencia en que tú no querías estar (...) Eso a mí me hacía sufrir mucho (...) Era un poco violento, era fuerte”.