Desde un pequeño puesto en Nueva Orleans hasta ser reconocida como “The Empanada Lady”, Jimena Urrutia ha llevado la clásica empanada chilena a un nivel internacional. Esta ingeniera comercial de la Universidad de Chile no solo ha logrado posicionar un producto tradicional en un mercado que no sabía lo que era una empanada, sino que ha creado una marca que fusiona la identidad chilena con los sabores más icónicos de Nueva Orleans, conquistando tanto a locales como a turistas.
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Jimena Urrutia, mientras estudiaba Ingeniería Comercial en la U. de Chile, hizo un intercambio en la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, donde quedó completamente fascinada por la cultura, la música y la gastronomía única de la ciudad. Años después, trabajando en empresas como Falabella y LAN en Chile, decidió junto a su marido —uno de los socios de la reconocida agencia de publicidad Dittborn & Uzueta— y sus dos hijos, tomarse un año sabático. Pero lo que comenzó como un descanso, se transformó en una aventura empresarial que cambiaría su vida para siempre.
En 2017, Jimena lanzó Empanola, un proyecto nacido de la idea de mostrar la cultura chilena a través de la empanada, con las recetas de su abuela. Desde el principio, su propuesta fue clara: no solo vender un producto, sino educar a un mercado que desconocía qué era una empanada. Para lograrlo, participó en festivales gastronómicos y ferias locales, donde respondía preguntas directamente, conectando con el público y compartiendo la historia detrás de cada receta. Así comenzó a forjar su reputación, hasta que la comunidad local la bautizó como “The Empanada Lady”.
El éxito fue inmediato. Empanola pasó de un pequeño puesto en el St. Roch Market a tres locales estratégicamente ubicados en Nueva Orleans —Freret, Magazine y St. Ann—. Su menú es un verdadero cruce cultural: incluye sabores chilenos como la empanada de pino, camarón queso hasta locales como gumbo, crawfish étouffée y muffaletta. También ofrece opciones vegetarianas como la popular empanada Impossible, demostrando que este plato tradicional puede reinventarse sin perder su esencia.
La pandemia representó un desafío para el negocio, pero Jimena y su equipo lograron superarlo; expandieron su servicio de catering para luego abrir un segundo restaurante, lo que despertó un creciente interés por parte de franquiciados en distintas ciudades del sur de Estados Unidos. Actualmente, Empanola cuenta con franquicias en Mississippi y Alabama, y prepara nuevas aperturas en Florida y otras zonas estratégicas.
Hoy, Empanola está en plena fase de expansión. Con una fábrica de alta capacidad que produce hasta 2.500 empanadas por hora, la marca está lista para consolidarse como un referente gastronómico en el sur y este de Estados Unidos. El plan es abrir cinco franquicias anuales, llevando su fusión de sabores a nuevas ciudades y posicionando la empanada como un símbolo de integración cultural.
La historia de Jimena Urrutia es la de una mujer que, con visión y audacia, logró transformar un año sabático familiar en un imperio gastronómico. Desde Nueva Orleans, esta chilena no solo vende empanadas: exporta identidad, orgullo y cultura, demostrando que los sueños, con trabajo y pasión, pueden cruzar fronteras y conquistar paladares en cualquier rincón del mundo.