Siete estaciones de la Línea 1 del Metro de Santiago cerradas por la “presencia de persona en las vías”, marcaron la hora punta de este jueves 25 de septiembre, a lo que además se sumó una persona apuñalada tras una riña en la estación Franklin de la Línea 2, en una de las semanas más complejas del tren subterráneo en los últimos meses.
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Sin embargo, más allá de las molestias que generó todo esto en el traslado de las personas a sus respectivas actividades, una llamada al matinal “Contigo en la mañana” de Chilevisión, marcó el punto humano de lo ocurrido en la Línea 1, cuando una pasajera de nombre Karin, relató lo ocurrido cuando una persona se precipitó a las vías y el estremecedor momento en el que la conductora del tren informó lo que había pasado.
“Fue una sensación muy terrible”
Así, la mujer comenzó señalando que tras lo vivido tuvo que llegar a tomar agua para tranquilizarse en su lugar de trabajo, asegurando que “fue una sensación muy terrible”, pese a que “uno viaja todos los días en metro”.
Según el relato de la pasajera, todo ocurrió pasadas las 08:00 horas, cuando el tren salía del túnel en la estación Padre Hurtado y frenó de golpe, provocando la caída de las personas que viajaban en el primer vagón.
“Esto te deja una sensacion de que siempre hay alguien peor que uno, fue muy triste, la frenada que pegó el metro fue tremenda, quedamos todos en el suelo y al quedar todos en el suelo, la gente comenzo a gritar, lo más terrible es que pensamos que había sido una frenada normal, como las que ocurren siempre, pero mucho más fuerte”, comenzó contando la pasajera.
Luego añadió que toda la sensación cambió cuando la conductora informó lo que había pasado.
“Nos quebró a todos cuando habló la mujer que iba manejando el tren, cuando comenta, llorando, nos hizo llorar a todos (...) Cuando quedamos en el suelo, ella toma el micrófono y con la voz quebrada y ya en la mitad de la información ella se pone a llorar, que eso (a caída de una persona a las vías) fue lo que provocó el impacto porque cuando ella toma el microfono y comienza a informar de la frenada, ella empieza a pedir disculpas y dice “lo siento, lo siento” porque ella no pudo frenar y ahí ella llora, se puso a llorar y se corta el micrófono".
El relato impactó profundamente tanto a Andrea Arístegui como a Julio César Rodríguez, quienes terminaron reflexionando sobre la importancia de la salud mental en el país.