Una mujer uruguaya —identificada como Yeni— apareció en la localidad de Samaipata, un pequeño pueblo turístico cercano a Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en un estado de salud gravemente deteriorado. Cuando fue hallada, no hablaba ni comía, y tampoco pudo explicar cómo había llegado hasta allí.
Se conoció su situación a través de una publicación en redes sociales: una usuaria compartió una historia de Instagram donde aparecía una foto del documento de identidad de la joven (emitido en Uruguay en 2024) y otra foto que la mostraba postrada.
La viralización de esa publicación motivó que la madre de la joven se manifestara y que el gobierno uruguayo iniciara gestiones para su atención. Según declaró la vicecanciller de Uruguay, Valeria Csukasi, la mujer “no puede hablar, no puede interactuar”, y se está a la espera de lo que se converse con su familia para aclarar su situación.
El cónsul uruguayo en la zona se presentó en el hospital donde está internada y está en contacto con los médicos.
Una de las profesionales que la atendió, Yanna Moreira, declaró que la paciente aparenta haber sufrido un trauma, dado que muestra mucha tristeza, lo que podría estar ligado tanto a un diagnóstico médico como a una enfermedad mental que aún no ha sido determinada.
El hospital público donde se encuentra hospitalizada presenta carencias, por lo que aún no se han podido realizar exámenes de sangre con rapidez —y no se sabe si presenta VIH, hepatitis o si está embarazada.
Pese a su gravedad, la joven está estable y recibe hidratación intravenosa. La mañana del lunes logró beber un vaso de agua.
Al llegar al hospital, la describieron en una situación de abandono: “tenía olor a homeless y no estaba en una situación digna. Ahora ya está bañadita y cambiadita. Estamos en contacto también con el consulado de Uruguay para ver cómo la repatriamos”, dijo la médica.
Hasta la tarde del miércoles, Yeni seguía sin hablar; únicamente efectuó una videollamada con una amiga y solo dijo una palabra: “Ayuda”.

