El caso, que ha generado conmoción en Tucumán, involucra a una pareja de pastores evangélicos imputados por engañar a una jubilada de 85 años y apropiarse de su vivienda en la ciudad de Bella Vista.
De acuerdo con la investigación, todo comenzó cuando la mujer empezó a escuchar ruidos extraños en su casa, los cuales creyó de “origen sobrenatural”. En busca de ayuda espiritual y contención emocional, recurrió al templo al que asistía desde 2023.
Según la fiscalía, fue entonces cuando los imputados iniciaron una serie de acciones destinadas a aislarla, confundirla y manipularla. Aprovechándose de su miedo, le habrían hecho creer que estaba en peligro y que abandonar su hogar era la única alternativa para protegerse.
Aislamiento, manipulación y el falso trámite policial
El relato judicial detalla que la mujer fue alojada en un sector de la iglesia administrada por los acusados. Desde allí, la habrían convencido de permanecer lejos de su casa mientras la sometían a una influencia constante. Esta situación creó el escenario perfecto para lo que ocurrió después: en junio, los imputados la llevaron ante un hombre que se presentó como policía.
Ese supuesto agente la hizo firmar un boleto de compraventa por su vivienda a cambio de $1.000.000, aunque, según la causa, la jubilada sólo recibió $15.000. La brecha entre lo prometido y lo entregado es una de las pruebas más contundentes del presunto fraude.
Las autoridades sostienen que, tras el engaño, la mujer fue expulsada de su hogar y trasladada a la casa de la madre de la imputada, donde permaneció encerrada, incomunicada y sin acceso a sus documentos ni a su tarjeta de débito. Con ella, los acusados controlaban el cobro de su jubilación.
Vecinos alertaron a la familia
El engaño se descubrió cuando vecinos notaron personas extrañas retirando muebles y pertenencias del domicilio. Una sobrina de la víctima denunció la situación, lo que permitió la intervención policial. Al llegar, las autoridades constataron que los imputados no sólo se habían instalado en la vivienda, sino que también habían iniciado remodelaciones y cambiado la titularidad de los servicios.
Durante un allanamiento, se encontraron bienes de la anciana y documentación vinculada a la supuesta transferencia de la casa. Los acusados, una docente y un empleado privado, quedaron detenidos.
Finalmente, los investigadores determinaron que existía una “evidente relación de superioridad ejercida por los acusados”, quienes se valieron de la confianza y fragilidad emocional de la mujer para quedarse con su casa.

