“¡6 horas retenidos por la inteligencia venezolana!“, así comienza un extenso posteo realizado en Instagram por el periodista de Chilevisión, Roberto Cox, donde relata las horas de terror que vivió en el país caribeño tras una equivocación de ruta en la frontera de ese país con Colombia.
Hace unos días, Roberto Cox viajó hasta Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela, desde donde hizo una serie de despachos para las noticias de Chilevisión y el matinal “Contigo en la mañana”, desde donde ya regresó después de haber vivido según él mismo explicó “una de las peores experiencias en mis 20 años en el periodismo”.
“Fuimos retenidos durante seis horas”
Así en el extenso posteo que publicó este martes 16 de diciembre, Roberto Cox contó que junto a su camarógrafo “fuimos retenidos durante seis horas por la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela (DGCIM). Desde nuestra llegada a Cúcuta nunca fue nuestra intención ingresar a Venezuela ya que no contábamos con la visa correspondiente, sin embargo, un error en la ruta nos llevó al control fronterizo del puente Francisco de Paula Santander”.
A lo anterior, agregó que fue en ese momento que “llamó la atención de la Guardia Nacional nuestros equipos de prensa y la grabación de un video para alertar a nuestros jefes desencadenó la molestia de los agentes. Fuimos traslados al cuartel fronterizo para ser interrogados. Hasta ese momento, pude aún enviar mensajes de WhatsApp y nuestra ubicación. Minutos después todos nuestros celulares fueron confiscados y puestos en modo avión”.
En ese instante quedaron incomunicados por cerca de cinco horas, durante las cuales “nos pidieron las claves de nuestros teléfonos. Fue entonces que dos agentes de la DGCIM revisaron conversaciones de WhatsApp y galerías de fotos. Luego nos vaciaron las mochilas con nuestros equipos y nos interrogaron sobre la función que cumplían cada uno de los aparatos que solemos usar para los despachos. Fueron momentos de extrema tensión en los que el silencio de los agentes aumentaba la incertidumbre”.
El periodista agregó que “deduje que la idea era encontrar pruebas que apunten a una eventual labor de espionaje más allá de nuestra evidente relación con un medio de comunicación. Nos sacaron fotos estando retenidos (cual presos) y nos obligaron a grabar un video declarando que en ningún momento fuimos golpeados y que tampoco nos quitaron artículos personales (efectivamente nada de eso ocurrió)”.
Finalmente añadió que “firmamos un documento de expulsión del país y volvimos a Colombia. Fueron seis horas eternas en las que una delgada línea separa la libertad de una larga estadía en una celda venezolana. Quiero aprovechar para agradecer el apoyo que en todo momento nos brindó Chilevisión que desde el primer minuto reaccionó y realizó las gestiones para solucionar la situación. Hoy agradezco estar de vuelta en casa”.

