Con el alza histórica en el precio del dólar, que según los expertos impactará en el incremento del valor de los vehículos nuevos, adquirir un auto usado, hoy, es una buena alternativa para quienes están pensando comprar un automóvil.
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Sin embargo, el riesgo de estafas mecánicas y legales son algunas de las problemáticas que evalúan las personas antes de comprar un automóvil usado. Para evitar pasar malos ratos y que el sueño del auto propio se convierta en una pesadilla, existen varios puntos clave que hay que revisar antes de elegir el vehículo que queremos comprar.
Lo primero es chequear que su documentación corresponda a la del auto que estamos comprando, considerando la marca, modelo, versión, patente y número de chasis. Además de la vigencia del permiso de circulación, seguro obligatorio y revisión técnica.
La adulteración del kilometraje es una de las irregularidades más difíciles de detectar, pero hay algunas recomendaciones que pueden ayudar a identificarlo, una de ellas es constatar que el registro de mantenimiento del vehículo esté en línea con el marcador de kilometraje.
“La gran mayoría de los autos tienen una periodicidad de mantenimiento de 10.000 km o un año. A modo de ejemplo, si estamos comprando un vehículo con tres años de antigüedad y 40.000 kilómetros, debería tener al menos 3 mantenimientos realizados”, aseguró el director de operaciones de KAVAK Chile, Ivo Bustos.
Otra de las maneras de verificar el kilometraje es revisando el desgaste de ciertos componentes internos del vehículo. “Para esto debemos ver el estado de los pedales, el volante, el pomo de la palanca de cambios y los controles de la puerta del conductor”, agregó Bustos.
Por otra parte, la revisión externa del auto permitirá chequear si el vehículo sufrió alguna colisión importante, en ese sentido, los cambios de tonalidad advierten que las piezas pasaron por un proceso de pintura, probablemente, después de un choque.
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Revisión de la estructura
Aunque es el aspecto más técnico, existen varios consejos que ayudarán a identificar si el auto sufrió algún daño estructural.
Para ello es importante revisar la maleta del automóvil. “Tenemos que ver que la pintura no tenga evidencias de reparación y que visualmente no esté deforme”, dijo Bustos. Asimismo, el lugar en donde está el motor, denominado vano, no debe tener alteraciones en los laterales de la estructura. Además, cerciorarse de que las juntas de las piezas del vehículo no presenten oxidaciones.
También hay que revisar el estado de los neumáticos, que no estén desgastados o con grietas. Con el motor encendido hay que chequear que no tenga ruidos extraños o vibraciones si el vehículo está prendido pero detenido.
En caso de poder probar el auto en ruta, sus velocidades del auto, en transmisión manual, deben funcionar correctamente y poder pasarlas sin dificultades ni ruidos extraños. En el caso de un vehículo automático, éste no debe presentar golpes fuertes o extraños.
Finalmente, la sensación que transmite un auto es muy importante para los usuarios, ya que “el vehículo los acompañará diariamente, por ende, las personas deben sentirse seguras y cómodas”, recalcó Bustos.