El proceso de electrificación del parque automovilístico en Chile, que tiene como meta llegar a 2035 con el 100% de los autos vendidos nuevos usando esa fuente de energía tiene desafíos clave. Uno de ellos es el desarrollo de la red de recarga. Por eso, Volvo Car Chile y el Center for Energy Transition (Centra) de la Universidad Adolfo Ibáñez llevaron adelante el “Segundo Estudio de Electromovilidad en Chile: análisis de la red de carga pública”. Este informe ofrece una visión sobre el estado actual y los avances en la infraestructura de carga para vehículos eléctricos en el país. Y hay razones para no ser demasiado optimista.
Esta investigación sigue a un estudio previo realizado en conjunto con Almabrands, el cual evaluó la percepción de los consumidores respecto a la electromovilidad. El crecimiento acelerado en la adopción de vehículos eléctricos, tanto globalmente como en Chile, resalta la necesidad de mejorar la infraestructura de carga. Datos de la ANAC indican que en 2024 se vendieron 1.991 vehículos eléctricos en Chile, con 256 nuevas matriculaciones solo en julio.
Rodrigo Espinoza, gerente de Volvo Car Chile, señala que este estudio destaca la importancia de una expansión equitativa de la red de carga. Además, enfatiza la colaboración entre los sectores público y privado para superar las brechas existentes y garantizar que la electromovilidad sea accesible a todos, sin importar su ubicación.
Principales descubrimientos: Desigualdad en la distribución de puntos de carga
Uno de los hallazgos clave es la concentración del 70% de los puntos de carga en la Región Metropolitana, dejando otras zonas del país sin infraestructura adecuada. Regiones como el norte y el sur de Chile, por ejemplo, carecen de puntos de carga rápida (DC). El tramo entre Copiapó y Antofagasta presenta 550 kilómetros sin estaciones de carga.
Luis Gutiérrez, investigador de Centra, advierte que la falta de cargadores rápidos en áreas clave representa una barrera para la adopción de vehículos eléctricos. De acuerdo con el estudio, solo el 64% de los cargadores en Chile son privados, en comparación con el promedio mundial del 90%, lo que resalta la alta dependencia de los cargadores públicos. Gutiérrez sugiere que la colaboración público-privada es vital para expandir la infraestructura en regiones de baja rentabilidad.
Espinoza agrega que el fortalecimiento de la red de cargadores residenciales es también parte de la solución. Señala que, si bien la carga pública es crucial para viajes largos, el 90% de las oportunidades de carga se dan en los hogares. Hasta la fecha, Volvo Car Chile ha instalado 750 cargadores domiciliarios, lo que representa cerca del 50% de la red privada en el país.
Capacidad de carga en Chile
Actualmente, hay en promedio cinco vehículos eléctricos por cada punto de carga en Chile. A julio de 2024, se registran 1.268 puntos de carga, de los cuales el 23% son rápidos. Este número contrasta con otros países, como China y Corea del Sur, donde la relación de vehículos por cargador es considerablemente menor. Asimismo, la infraestructura de carga rápida en Chile es limitada en comparación con países como Nueva Zelanda y China, donde la proporción de cargadores rápidos es significativamente mayor.
Percepción de los usuarios
El estudio revela que el 78% de los usuarios de vehículos eléctricos en Chile están insatisfechos con la infraestructura de carga pública, aunque el 60% considera que los cargadores suelen funcionar correctamente. Los principales problemas reportados son la falta de cargadores en regiones y la baja disponibilidad de puntos de carga debido a la ocupación por otros vehículos.
Recomendaciones
El informe sugiere la expansión de la red de carga rápida en zonas desatendidas, junto con incentivos gubernamentales para promover la instalación de cargadores en áreas rurales. También se hace un llamado a la colaboración entre el sector público y privado para asegurar un desarrollo equitativo de la infraestructura.