A simple vista, un auto detenido al borde de una calle húmeda puede parecer solo una víctima más del tráfico matinal o del apuro de algún conductor que olvidó cargar combustible. Pero en invierno, esa escena se repite con frecuencia por una razón muy distinta: las condiciones climáticas extremas comienzan a cobrar factura. Y no es menor. Según diversos servicios de asistencia, el número de fallas mecánicas se dispara con la llegada del frío, y muchas de ellas podrían evitarse con cuidados básicos.
Revisión de la batería: clave para evitar fallas en invierno
Uno de los puntos más críticos es la batería. Su rol como “corazón” del sistema eléctrico la convierte en uno de los componentes más expuestos. A medida que bajan las temperaturas, su capacidad de carga disminuye, y con ello, aumentan las probabilidades de que el motor no arranque. Expertos calculan que hasta un 30% de las emergencias en invierno están relacionadas con este elemento.
Por eso, una revisión previa a la temporada invernal no es exageración, sino una medida prudente. Verificar el voltaje, limpiar los bornes y, de ser necesario, reemplazarla a tiempo puede ser la diferencia entre seguir camino o quedarse esperando una grúa.
Neumáticos en invierno: presión, adherencia y seguridad
El frío también se siente en el pavimento. La presión del aire en los neumáticos disminuye con cada descenso de temperatura, comprometiendo la adherencia del vehículo, sobre todo en superficies húmedas. Un conductor puede no darse cuenta de inmediato, pero ese leve desequilibrio puede marcar la diferencia en una frenada de emergencia.
Verificar la presión regularmente y comprobar que el dibujo del neumático supere el mínimo legal de 1,6 milímetros son prácticas clave. En regiones del sur, donde el frío es más severo, el uso de neumáticos de invierno o con compuestos blandos es más común... y mucho más seguro.
Cuidado del sistema de frenos en clima frío y húmedo
La humedad puede generar corrosión en los discos y afectar la respuesta del sistema de frenos. Si además el líquido no ha sido renovado en años, pierde su capacidad de resistir el calor y se convierte en un punto débil.
Según Orlando Villalobos, gerente comercial de Gama Mobility, “el sistema de frenos es crítico en climas húmedos, por lo que hacemos inspecciones preventivas de pastillas, discos y sensores ABS. Cambiamos el líquido con la periodicidad recomendada y usamos lubricantes especiales para evitar la oxidación”.
Iluminación y visibilidad: esenciales para conducir con lluvia y neblina
Entre la niebla, las lluvias constantes y los cristales empañados, manejar se transforma en un acto de confianza... y de precaución. Verificar que todas las luces funcionen correctamente —desde los faros hasta los antinieblas— es fundamental.
Además, cambiar las plumillas del limpiaparabrisas antes de que llegue el invierno evita sorpresas desagradables. “Ocupar productos antiempañantes en los vidrios ayuda a mejorar la claridad y evitar accidentes”, explica Villalobos.
Cómo proteger la carrocería y los cristales del auto en invierno
La humedad persistente, la escarcha y la lluvia sucia son enemigos silenciosos de la pintura automotriz. Aplicar una capa de cera protectora cada tres o cuatro meses es una forma simple de prevenir la corrosión y mantener el brillo.
Siempre que sea posible, es mejor estacionar en lugares cubiertos o usar una funda protectora. “Recomendamos coberturas con aislamiento térmico, ya que reducen la acumulación de hielo en el parabrisas y evitan el deterioro del esmalte por la exposición continua a la humedad”, señala el ejecutivo.
Mantenimiento preventivo: el mejor aliado contra las fallas invernales
Un chequeo completo antes del invierno —batería, frenos, neumáticos, luces y niveles de fluidos— puede evitar emergencias. Los expertos de Gama Mobility recomiendan utilizar lubricantes de silicona en los burletes de puertas y ventanas para evitar que se adhieran por efecto del hielo.
Y finalmente, aunque parezca obvio, Villalobos recalca lo más esencial: “Reducir la velocidad al conducir bajo lluvia, aumentar la distancia de seguridad, y evitar frenadas bruscas son prácticas que ayudan enormemente a mantener el control del vehículo”.
Así, mientras muchos ajustan su vestuario para la temporada, también deberían mirar hacia su auto. Porque en invierno, no solo el conductor se enfría: el vehículo también necesita abrigo.