En un año cargado de simbolismo, Opel conmemora seis décadas desde su llegada a Chile con la introducción del nuevo Grandland, su SUV más avanzado hasta la fecha. El modelo representa no solo una actualización estética, tecnológica y mecánica, sino también una muestra tangible de lo que la marca proyecta para su futuro en la región.
Un legado de seis décadas
La historia de Opel en Chile comenzó en 1965, cuando los primeros modelos de la marca llegaron al país importados desde Alemania. Desde entonces, el fabricante ha experimentado distintos ciclos comerciales, atravesando cambios de representación y adaptándose a los vaivenes del mercado local. Tras un período de ausencia, Opel volvió a operar en Chile de manera oficial en 2011, consolidando su presencia bajo el alero del Grupo PSA, y posteriormente como parte del conglomerado Stellantis. Hoy, la marca alemana celebra sus 60 años con un portafolio completamente renovado.

Grandland: un SUV que marca diferencias
El nuevo Opel Grandland es fabricado en la planta de Eisenach, Alemania, y fue presentado mundialmente durante el aniversario número 125 de la marca. A Chile llega como el SUV más grande de la gama, integrando una serie de innovaciones en diseño, tecnología y sostenibilidad que lo distinguen en el segmento C.
Uno de los principales cambios es su diseño frontal, que incorpora por primera vez el logotipo “Blitz” iluminado junto a la barra de luz Edge Light que atraviesa el Vizor 3D. En la parte trasera, destaca la palabra Opel también iluminada, reforzando la identidad visual del modelo.
En cuanto a dimensiones, el nuevo Grandland crece notablemente: 4,65 metros de largo, 1,93 metros de ancho y 1,66 metros de alto, lo que se traduce en un habitáculo más amplio y un maletero que alcanza los 550 litros, ampliables a 1.641 litros con los asientos abatidos.
Interior minimalista y digitalizado
Siguiendo el concepto “detox”, Opel ha apostado por un interior limpio, funcional y sin excesos. El sistema Pure Panel integra una pantalla central de 16” y un clúster digital de 10” en resolución UHD, junto con un head-up display proyectado en el parabrisas. Los asientos AGR ofrecen calefacción, ventilación y memoria, y el ambiente se completa con iluminación configurable y superficies suaves al tacto.

Tecnología y eficiencia al estilo alemán
El nuevo Grandland se comercializa en Chile con una única motorización microhíbrida, que combina un motor 1,2 turbo de tres cilindros con un propulsor eléctrico de 21 kW. La potencia conjunta es de 136 hp, gestionada por una caja automática de doble embrague de seis velocidades. Esta solución permite optimizar el consumo y reducir emisiones, sobre todo en ciudad.
La filosofía “Greenovation” de Opel también se refleja en el uso de materiales reciclados en gran parte del habitáculo. Asientos, paneles de puertas y consola central están fabricados a partir de botellas PET recicladas, mientras que el volante utiliza “cuero vegano”. En total, más de 550 kilos del vehículo provienen de materiales reciclados o renovables.
Seguridad y asistencias de última generación
El Grandland incorpora un amplio paquete de tecnologías ADAS (Advanced Driver Assistance Systems). Entre ellas destacan el control crucero adaptativo con función stop & go, asistente de mantenimiento de carril, frenado autónomo de emergencia, cámara 360°, sistema de estacionamiento automático y detección de punto ciego.
Uno de los aspectos más llamativos es su sistema Intelli-Lux HD, una evolución de los faros matriciales con ledes con más de 50 mil elementos individuales. Esta tecnología adapta la iluminación con mayor precisión, reduciendo el deslumbramiento y mejorando la visibilidad nocturna.

Versiones y precios en Chile
La gama del nuevo Grandland en Chile se compone de tres versiones:
- Grandland GS: $30.890.000
- Grandland GS Line: $33.390.000
- Grandland GS Plus: $34.890.000
Los valores incluyen un bono de lanzamiento de $1.500.000.
Una apuesta de futuro
El Grandland llega para reforzar la estrategia de Opel en el país, donde también se comercializan modelos como el Crossland y el Mokka. Según Paulina Sanhueza, brand manager de Opel Chile, este lanzamiento “representa una nueva era para la marca: es el primer modelo que hace realidad ideas que antes solo existían como prototipos”.