La experiencia de manejo del Geely Cityray comenzó con un recorrido hacia Algarrobo, en condiciones de caravana, combinando tramos de autopistas y caminos secundarios. Al primer contacto con el volante, destaca la rápida entrega del par gracias al motor 1,5 turbo de cuatro cilindros, que entrega 174 hp y 290 Nm de torque, asociado a una caja automática de doble embrague y siete velocidades.
En ciudad y carretera, el turbo se muestra activo desde bajas revoluciones, facilitando una conducción ágil. La caja DCT contribuye con cambios suaves y oportunos, sin tironeos ni dudas. El modelo cuenta con cuatro modos de conducción —Eco, Comfort, Sport e Inteligente— que ajustan parámetros del tren motriz, la dirección y la respuesta del acelerador, adaptándose al entorno.
Durante nuestro trayecto, el Cityray se mostró cómodo y relajado, sobre todo gracias al trabajo de suspensión con un tarado más bien blando, ideal para pavimentos deteriorados o caminos secundarios como los que cruzamos rumbo al litoral.
Comodidad, espacio y manufactura convincente
Uno de los aspectos destacables es el confort general que entrega el habitáculo. La insonorización está bien lograda, aislando con eficacia del ruido del motor y del entorno. La calidad de los materiales empleados, junto con los ajustes del ensamblado, dejan una buena impresión: superficies suaves al tacto, ecocuero perforado en los asientos, y una clara intención de ofrecer un producto por sobre la media del segmento.
El equipamiento interior incluye techo panorámico, cargador inalámbrico, iluminación ambiental de 72 colores y un sistema de sonido de ocho parlantes. También destacan los asientos delanteros con ajuste eléctrico y el climatizador operado desde la pantalla táctil.
En cuanto al maletero, la capacidad declarada es de 571 litros, amplia y aprovechable para viajes familiares. Nuestro ejemplar de prueba, sin embargo, no traía cubre equipaje instalado, aunque se incluye de forma estándar.
Tecnología a prueba del usuario: no todo es tan intuitivo
En términos de interfaz, el Cityray apuesta por una gran pantalla vertical de 13,2 pulgadas desde donde se controlan casi todas las funciones del auto. Si bien es compatible con Apple CarPlay y ofrece buena calidad de imagen, no todo es tan intuitivo.
Un ejemplo claro lo vivimos al intentar ajustar los espejos exteriores tras sentarnos por primera vez: tras varios minutos, descubrimos que primero hay que ingresar al menú de configuración en pantalla para elegir el lado (izquierdo o derecho), y luego operar unos botones ubicados en el brazo derecho del volante. Un proceso innecesariamente complejo para una función que suele resolverse con un simple selector físico.
Aunque no es un obstáculo insalvable, sí exige un período de familiarización que podría frustrar a usuarios menos acostumbrados a la digitalización total de controles.
Prestaciones, consumo y seguridad
El comportamiento dinámico en carretera es estable y seguro. La plataforma BMA aporta buena rigidez estructural y reduce el balanceo de la carrocería en curvas, ofreciendo precisión y confianza. En sobrepasos, el motor responde con soltura sin exigir demasiado.
Durante el trayecto, registramos un consumo combinado cercano a los 14 km/l, lo que, sumado a su estanque de 51 litros, entrega una autonomía superior a los 700 km en condiciones mixtas.
En seguridad, el Geely Cityray 1,5 Turbo ofrece una completa dotación que incluye seis airbags y 12 asistentes avanzados a la conducción (ADAS), entre ellos control crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, monitoreo de punto ciego y asistente de estacionamiento automático.
Una propuesta madura y competitiva
Geely logra con el Cityray una propuesta sólida para el segmento de SUV compactos. Ofrece un diseño atractivo, buena calidad de construcción, excelente insonorización y un paquete tecnológico que, aunque algo intrincado al inicio, termina sumando valor.
Frente a competidores como el Chery Tiggo 7 Pro, el MG HS o el Chevrolet Captiva, el Cityray se posiciona como una alternativa real, con una relación precio-equipamiento que lo vuelve especialmente interesante en el actual panorama del mercado chileno.