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¿Es una señal? Dos meteoritos cayeron con seis días de diferencia en Turquía y Argentina

El cielo de dos localidades de estos dos países se iluminó de verde, con la caída de los meteoritos.

La única imagen del meteorito antes de estrellarse contra el suelo

Dos rocas estelares, con seis días de diferencia, cayeron en Turquía y Argentina, respectivamente en el inicio de septiembre del 2023. Los cielos de Diyarbakir y Bariloche se iluminaron generando asombro e impacto en quienes presenciaron el fenómeno espacial. Afortunadamente no hubo heridos ni daños materiales. El evento quedó registrado en videos que inundaron las redes sociales. ¿Es una señal? Se preguntaron muchos internautas. Esto es lo que sabemos de los dos casos.

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El meteorito de Turquía se vio pasar la noche del sábado 2 de septiembre por las provincias de Diyarbakir, Elazig, Bingöl, Tunceli y Erzurum, situadas en la Anatolia oriental, a unos 1.000 kilómetros al este de Estambul, reseña El Mundo.

Se destinaron equipos para intentar buscar los restos. Pero de acuerdo con lo que informa el sitio mencionado, estas rocas suelen ser encontradas por los pobladores, quienes las guardan como recuerdos o las rompen en varias partes para vender a coleccionistas u organizaciones científicas que las quieran investigar.

La estela verde del meteorito se aprecia en una serie de imágenes que publica Alerta 24 en su cuenta de X.

Mientras que la noche de este viernes 8 de septiembre, otro meteorito similar se vio por los cielos de San Carlos de Bariloche, una región de Argentina que colinda con Chile, en las zonas cercanas a Puerto Montt. En las redes sociales se hicieron tendencias los videos de las cámaras de seguridad que muestran, al igual que con el de Turquía, una estela verde llegando desde el firmamento nocturno.

Pobladores aseguraron incluso haber sentido un temblor en el piso, supuestamente producto del impacto de la roca con la superficie.

Estudios realizados en el 2020 estiman que alrededor de 17 mil meteoritos caen a la Tierra cada año. La mayoría nunca llegan a tocar la superficie de nuestro planeta, ya que la velocidad con la que ingresan a nuestras capas atmosféricas los desintegran en su trayecto. Sin embargo, los que sí llegan a caer representan una amenaza y una oportunidad para investigación de parte de los astrónomos.

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