En la imagen de arriba vemos a Zhong Zhong y Hua Hua, dos macacos cangrejeros que acapararon todos los titulares en el año de 2018 cuando un grupo de científicos chinos logró aplicar la misma técnica de clonación utilizada con Dolly para dar vida a estos dos primates. Lo que detonó de inmediato la duda sobre qué tan lejos estábamos de alcanzar la clonación humana.
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Desde entonces no se tenía conocimiento sobre nuevos avances en este terreno, pero hoy descubrimos que existen un nuevo espécimen que también ha sido creado a partir de la misma metodología.
En donde un equipo de investigadores chinos tomó por sorpresa a la comunidad científica a anunciar la existencia de un nuevo mono clonado, esta vez de la especie rhesus.
Lo que nos posiciona nuevamente sobre el punto de debate ético, científico y la gran pregunta sobre qué tan lejos estamos de ese salto histórico que luce cada vez más inevitable.
Retro: el nuevo macaco clonado como la oveja Dolly que nos hace preguntarnos sobre la clonación humano
Los detalles sobre la nueva clonación de este animal ha sido publicada en la más reciente edición de la revista Nature, con una investigación bajo del título de Reprogramming mechanism dissection and trophoblast replacement application in monkey somatic cell nuclear transfer, Disección del mecanismo de reprogramación y aplicación de reemplazo de trofoblastos en la transferencia nuclear de células somáticas de mono.
El animal en cuestión que ha sido clonado se llama Retro y nació el 16 de julio de 2020, de manera que al momento de la publicación cuenta ya con tres años y medio de edad.
El nacimiento de Retro es un hito importante en la investigación de la clonación de primates, ya que se trata de la primera vez que se clona un mono rhesus, la especie de primate más cercana a los humanos.
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Para clonar a Retro, los investigadores utilizaron una técnica similar a la empleada para clonar a la oveja Dolly en 1996. Que consiste en transferir el núcleo de una célula somática, es decir, de una célula de la piel u otro tejido, a un óvulo sin núcleo.
El óvulo se implanta luego en una hembra gestante, que da a luz a un animal genéticamente idéntico al donante de la célula somática y así nace.
Para el caso de Retro, los investigadores utilizaron dos modificaciones para mejorar la eficiencia de la clonación. En primer lugar, utilizaron reguladores epigenéticos para reprogramar el núcleo de la célula somática, lo que ayudó a que el embrión se desarrollara correctamente.
En segundo lugar, desarrollaron un método para reemplazar el trofoblasto, la capa externa del embrión que da lugar a la placenta. Este reemplazo ayudó a prevenir problemas de implantación.
A pesar de estas modificaciones, la eficiencia de la clonación de Retro fue muy baja. De los 113 embriones que se crearon, solo uno sobrevivió. Esto nos confirma que la clonación de primates sigue siendo un proceso muy complejo y difícil de controlar.
Como sería obvio esperar el nacimiento de Retro ha vuelto a abrir el debate sobre la clonación humana. Pero fuera de toda perspectiva ética, moral o similar, es un hecho que con los avances actuales se sigue tratando de un proceso extraordinariamente complicado y con una alta tasa de fallos.