Si no lograste entrar a X (Twitter), consultar tu saldo en la app del banco o trabajar en ChatGPT y en cambio recibiste un error, no fue culpa de tu conexión Wi-Fi ni de un hackeo masivo, fue el colapso de Cloudflare, una empresa que, aunque invisible para la mayoría de los usuarios, actúa como la columna vertebral de seguridad y velocidad para gran parte de la web moderna.
La falla de este 18 de noviembre ha dejado una lección clara sobre la fragilidad de internet: cuando un solo proveedor crítico falla, el efecto dominó es mundial.
El “portero” de Internet
Para entender por qué tantas plataformas diferentes cayeron al mismo tiempo, hay que entender qué hace Cloudflare: funciona como un intermediario o un “portero” de seguridad entre el usuario y el sitio web.
Cuando entras a una página protegida por ellos, tu solicitud no va directo al servidor de la empresa, sino que pasa primero por la red de Cloudflare, que verifica que no seas un robot malicioso o un ataque DDoS (cuando se hacen exceso de peticiones de forma sistemática para tumbar un sitio).
Hoy, ese sistema de filtrado sufrió una degradación interna crítica. El resultado fue que el “portero” cerró las puertas: nadie podía entrar, ni siquiera los usuarios legítimos, generando los bucles infinitos de “verificación humana” y errores 500.
¿Quiénes dependen de esta red?
La magnitud del apagón se debe a la diversidad de clientes que utilizan esta infraestructura:
- Sector financiero: Bancos e instituciones (como Bci en Chile y varias Fintechs en México) usan sus escudos para proteger transacciones. Al fallar el escudo, las apps móviles dejaron de conectar.
- Inteligencia Artificial: OpenAI (ChatGPT) y Perplexity dependen de sus filtros para gestionar el tráfico masivo.
- Redes y entretenimiento: Desde X y Discord hasta videojuegos como League of Legends utilizan su red de entrega de contenido (CDN) para reducir la latencia.
- Comercio y trabajo: Plataformas como Shopify (tiendas online), Canva y sistemas de recursos humanos quedaron inoperativos, paralizando la productividad y las ventas.
Estado actual: una recuperación con “resaca”
Aunque Cloudflare anunció que el incidente estaba “resuelto”, la realidad técnica es más compleja. En su actualización más reciente, la compañía admitió que la solución implementada (el “parche”) generó efectos secundarios.
Actualmente, los ingenieros trabajan en mitigar problemas “post-implementación”. Esto significa que, aunque la mayoría de los sitios ya cargan, los usuarios pueden seguir experimentando lentitud, intermitencia en herramientas de administración y errores residuales mientras la red global termina de estabilizarse y purgar las conexiones fallidas.

