Un equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile desarrolló un nuevo cereal de alto valor nutricional a partir del amaranto, una planta originaria de América cuyas semillas han sido utilizadas históricamente en la alimentación. El trabajo se enfocó en generar un producto que combinara características nutricionales con propiedades tecnológicas adecuadas para su procesamiento industrial.
Según informó la casa de estudios mediante un comunicado, el cereal presenta un perfil nutricional relevante, un desempeño sensorial adecuado y potencial de comercialización a nivel nacional. Entre sus características se encuentran un alto aporte de proteínas y minerales, además de formulaciones que no presentan sellos de advertencia nutricional.
Proceso de elaboración
El producto corresponde a un cereal extruido, un tipo de alimento que se obtiene mediante la aplicación simultánea de calor, presión y humedad. Este proceso permite transformar las materias primas en estructuras crujientes y estables. En este caso, se utilizaron tanto los granos como las hojas del amaranto.
La incorporación de polvo obtenido de las hojas permitió incrementar el contenido de proteínas, fibra dietaria, macro y micro minerales, además de compuestos bioactivos. Este enfoque buscó aprovechar distintas partes de la planta y diversificar su uso dentro de la formulación alimentaria.
Variedades y formatos desarrollados
Junto con el cereal, el equipo desarrolló distintas alternativas de snacks. Entre ellas se encuentran versiones saborizadas, como una con merkén. Para el consumo como cereal de desayuno, se elaboraron formulaciones con sabor a vainilla y chocolate.
La iniciativa fue liderada por la doctora Cecilia Baginsky, profesora asociada de agronomía de la Universidad de Chile. “En conjunto, los resultados permitieron obtener productos con buen desempeño tecnológico, alto valor nutricional y, en tres de las formulaciones desarrolladas, sin presencia de sellos de advertencia nutricional”, señala.
Elección del amaranto
El uso del amaranto respondió a características agronómicas específicas. De acuerdo con la investigadora, se trata de un cultivo versátil y compatible con diversos esquemas productivos. Además, presenta un alto potencial de adaptación territorial y climática, ya que puede tolerar estrés hídrico y térmico, así como condiciones de salinidad.
Especialistas del área plantean que la incorporación de este cultivo en distintas cadenas de valor agrícolas podría contribuir al desarrollo de sistemas productivos con mayores alternativas de diversificación.
