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Partido Comunista Ruso pretende demandar al creador de la serie “Chernobyl” por “demonizar la imagen de los dirigentes y del pueblo soviético”

Chernobyl, la brutal miniserie de HBO se enfrenta a un problema legal contra el Partido Comunistas de Rusia que quiere demandar a los creadores.

«Chernobyl» se ha convertido en una de las mejores miniseries que hemos visto en las últimas décadas. HBO logró mantener intacta su reputación y audiencia; gracias a esta producción que es sin duda una clara contendiente a la Pila de Oro.

Sin embargo, como ya hemos reportado con anterioridad, en Rusia no están nada contentos con la serie. Y tanto las autoridades como algunos ciudadanos han atacado la narración de los hechos. El punto ha llegado al extremo donde el gobierno producirá su propia versión donde culpa de todo a la CIA.

Una demanda que los creadores de «Chernobyl» no veían venir

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El Partido Comunistas de Rusia decidió emprender un pleito legal contra Craig Mazin, creador y guionista de cada episodio de Chernobyl.

De acuerdo con un reporte de The Wrap;  la institución ha exigido al Servicio Federal de Supervisión de los Medios de Comunicación de aquel país que prohíba la serie, además de que demanden a Craig Mazin, junto al director Johan Renck.

El argumento es que «Chernobyl» sataniza la imagen del gobierno soviético y el pueblo soviético. Pero hay más, según el dirigente del partido, Serguéi Malinkóvich:

«La verdadera tragedia es la serie ‘Chernobyl’, que es una manipulación ideológica por parte de la cadena HBO. La serie de televisión sobre los dramáticos acontecimientos de abril de 1986 es una herramienta ideológica; diseñada para desprestigiar y demonizar la imagen de los dirigentes y del pueblo soviético», dijo.

«La motivación, las acciones de los héroes, el orden de las relaciones en las instituciones y los colectivos y el clima moral en la sociedad soviética son completamente mentira», agregó.

Como base legal para la demanda y el bloqueo se toma el artículo 129 del Código Penal Ruso; que prohíbe «la difusión de información falsificada deliberadamente que denigra el honor y la dignidad de otra persona o socava su reputación en un discurso público o en un trabajo realizado públicamente».

La realidad es que esos apartados ya no serían válidos para las leyes rusas desde hace tiempo. Pero la intención de bloquear la producción es patente.

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