El próximo 1 de julio en el Palacio de Kensington en Londres se realizará un homenaje a Lady Di, en el marco del vigésimo aniversario de su muerte.
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En la actividad, a la cual asistirán sus hijos Harry y William, se dará a conocer una estatua que se instalará en los jardines del lugar.
Dicho evento es considerado clave para que los dos hermanos limen sus asperezas tras la comentada entrevista que el duque de Sussex y Meghan Markle dieron a Oprah Winfrey, la cual causó conmoción a nivel mundial.
Sin embargo, los últimos reportes de los medios británicos recalcan que el quiebre en la familia real sería aún mayor del esperado.
La decisión de William y Harry
Según informa The Sun, los hermanos no querrían mostrarse unidos en la ceremonia, por lo que darían sus discursos por separado.
«Estarán físicamente juntos para la ceremonia, pero quieren hacer sus propios discursos. Cada uno ha insistido en preparar el suyo», sostuvo una fuente cercana al citado medio.
Incluso, ven posible que finalmente Harry no asista a la ceremonia al menos de forma presencial, dando como excusa la cercanía de dicha fecha con el nacimiento de su hija.
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En ese sentido, se espera que Markle de a luz en junio, por lo que el duque de Sussex podría permanecer en California y no viajar al Reino Unido para la actividad.
